Kaito realmente está intentándolo duramente, dando lo mejor. Pero mi tonto hermano parece no darse cuenta de nada, ¿cómo puede ser tan escrupuloso en algunas cosas y no en otras? En verdad que no lo comprendo.
—Su constante rechazo me hace querer rendirme—niego vehemente al oírlo.
—No digas eso, eres Kaito Shion, ¿dónde quedó tu confianza?—Él suspira, se ve agotado y cansado. Me he escapado un ratito de mi clase de educación física para verlo, y se nota echo añicos.
—No lo sé—un silbato suena y él suspira—. Es un cambio, es mi turno de entrar—dándole palmaditas en su espalda de consuelo lo veo partir, su camiseta esta completamente empapada de sudor. Mientras me debato entre quedarme aquí y verlo jugar siento como alguien me abraza por detrás.
—¿Qué haces aquí?— Me sonrojo al instante al reconocer la voz.
—L-Len, ¿dónde estabas?—Cuestiono al percatarme de ello, últimamente ando muy centrada en Kaito que me olvidé de él.
—No te lo diré hasta que me respondas el porque vienes a ver a Kaito y no a mí, tu hermano—frunzo mi ceño girándome y observándole, se ve algo sudado y su cabello se pega un poco a su rostro, ¿por qué me hace esto? Siento mis piernas temblar.
—Sólo me escape un rato, quería hablar sobre algo—Len se nota molesto y sus brazos en mi cadera no parecen que cederán.
—No me agrada que te juntes con él, me siento algo celoso—suspiro hondamente, ignorando sus palabras, ¿cómo puede decir algunas cosas tan naturalmente?
—Nadie puede reemplazarte—confieso mientras revuelvo su cabello y me suelto de su amarre—. Debo irme—Len hace un puchero mientras se cruza de brazos.
—Bien, pero la próxima que te vea aquí espero que sea para verme a mí—sonriente asiento, es como un niño.
—¿No creen qué el profesor Gakupo es apuesto?—Miku cuestiona como en las nubes y yo la observo, algo sorprendida.
—Pensé que era la única que se percato de ello—acota Gumi mientras da una mordida a su sándwich.
—Me siento algo tonta por no haberle prestado atención siquiera—admito sonrojada, ambas se ríen y yo como mi onigiri algo enfadada por ello.
—Rinny, ¿cuándo conseguirás un novio?—Cuestiona Gumi y siento que casi me atraganto con el arroz. Eso es algo que nunca me he planteado, ahora que lo pienso, siempre estoy tan pendiente de Len que es como si no tuviera tiempo para nada más.
—Oh, déjala. Ya tendrá su etapa de chicos—Miku dice nerviosa, pero no necesito de su ayuda.
—Tal vez puedas presentarme a alguien—comento impresionándome hasta a mi misma, Gumi se ve realmente sorprendida y pega un gritito de emoción.
—¡¿De verdad?! Eso sería genial, siempre quise que salgamos todas en una cita a ciegas. Organizaré uno este finde, ambas irán, ¿entendido?—Ordena mientras se levanta con rapidez—. Perdonen, debo irme, tengo mucho en que pensar y preparar—con una sonrisa y tarareando una melodía de alguna canción se va.
—¿Estás segura?—Inquiere Miku algo dudosa, yo asiento restándole importancia.
—Últimamente me he sentido estancada, creo que se debe a que no avanzo con nada, y podría comenzar olvidándome de mi hermano. ¿No es raro y desagradable qué me haya enamorado justo de él?—Cuestiono sintiendo asco de mi misma.
—Yo no lo veo así, a mí me parece dulce y tierno—sonrío de manera amarga, Miku es demasiada pura, hasta a las cosas más horrendas ella podría encontrarle belleza. Me gustaría poder pensar de esa manera tan inocente y positiva.
—El amor es un asco, no entiendo porque tuve que enamorarme de Len—algo impactada miro hacia los lados, viendo que no haya nadie presente. Kaito no mide sus palabras, ni el lugar o las circunstancias.
—Más despacio, no queremos que todo el mundo se entere, ¿verdad?—Él se encoje de hombros, como si no supiera la respuesta.
—No lo sé, a estas alturas ya nada me importa. Me hubiera gustado estar en tu lugar, ambos parecen tener una buena relación—expresa de manera herida y me siento mal.
—Es porque somos hermanos, y Len es como alguna clase de madre—trato de explicarme, ¿por qué lo hago? Siento que sólo empeoro las cosas.
—Que lindo, debe ser genial ser tú, tan afortunada—sin premeditación lo abrazo, es espontaneo y él me corresponde—. Me gustaría no sentirme así—lo abrazo con fuerza, tratando de transmitirle algo de paz con ello.
—¿Qué hacen? Aléjate de mi hermana, Shion—todo pasa tan rápido que para cundo me doy cuenta estoy tras Len, se está comportando como un niño de nuevo y frente a la persona equivocada.
—Len—trato de llamar su atención antes de que haga algo de lo que se arrepienta, pero ni siquiera me escucha.
—No me agrada que estés tan cerca de ella, ¿acaso te gusta o qué? No dejaré que juegues con mi hermana—aunque sus palabras me hacen feliz no es el momento ni lugar, tirando de su chaqueta no me espero la respuesta de Kaito.
—Te equivocas, Len. Ella no me gusta, él que me gusta eres tú—me quedo pasmada en mi lugar, moviéndome un poco para dejar de ver la espalda de mi hermano y contemplar el tembloroso y triste rostro que esta frente a nosotros. Siento a mi corazón dejar de latir en cuanto lo veo.
—Kaito...—susurro, ¿por qué ahora? Es un tonto, ¿qué clase de confesión es esta?
—E-Es una broma, ¿verdad?—Enfadada observo a Len, quien esta más pálido de lo normal.
—¡Len!—Regaño enfadada, ¿cómo piensa que Kaito jugaría con algo así? Pero este último niega, con ojos cristalizados y se va corriendo, quisiera ir tras él pero creo que mi hermano también me necesitará.
—¿Q-Qué acaba de pasar? ¿Mi mejor amigo acaba de decir qué le gusto?—Esta totalmente en shock, no se lo esperaba de ninguna forma. Algo cansada suspiro, será una larga tarde.
Len aún parece estar en las nubes, yo simplemente le observo. Realmente Kaito no supo leer el ambiente, pero Len tampoco ayudó.
—Déjame decirte que fuiste muy grosero e hiriente—Len me observa como diciéndome que eso es lo mínimo.
—¿Qué querías que haga? Si Miku dijera que gusta de tí, ¿cómo reaccionarías?—Ante su pregunta me quedo pensativa y hasta me sonrojo, la verdad, no sabría que hacer en ese caso—. ¿Lo ves? Tu también estarías sorprendida—formo un puchero.
—No sé como hubiera reaccionado, pero no de la misma forma que tú, eso seguro—aclaro cruzándome de brazos, él frunce su ceño.
—Es que fue muy rápido y abrupto, realmente no me lo esperaba. Ni siquiera puedo creerlo todavía—entendiéndolo de cierta manera asiento, mirando hacia la televisión—. Un momento, ¿lo sabías?—Yo le observo y asiento, algo apenada.
—Sí, perdona, no podía decírtelo—Len resopla y pone sus manos en su rostro, de forma avergonzada.
—Así que por eso andaban juntos, rayos, actúe como un idiota—yo asiento dándole la razón—. Ahora entiendo varias cosas, eso sí, ¿por qué te lo contó a tí? No, lo principal es, ¿cómo siquiera llegué a gustarle? ¿Acaso no es hetero?—Trago un poco de saliva sin saber que responder, pero Len adivina todo con tan solo ver mi rostro—. ¡Maldición! Cuatro años de amistad y nunca me lo dijo, ese idiota...—él se levanta del sofá y camina hacia el pasillo.
—¿A dónde vas?—Confundida cuestiono, él se gira.
—Debo aclarar algunas cosas con Kaito—sonrío de manera honesta, es gratificante saber que Len no es un completo idiota.
—¡Suerte!—Animo alegre.
—¡No la necesito!—Responde logrando sacarme una risa.
Por supuesto que no.

ESTÁS LEYENDO
Amarillo.
FanfictionUn fic que trata de simples personas normales y comunes que no tienen nada de especial, exceptuando la cercana relación fraternal que existe entre los hermanos Kagamine.