Día 20

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Aparque el auto en un sitio libre, y antes de salir me mire en el espejo del retrovisor.

¿Preparada para otra cita con Damián? Eso creo.

Me baje del auto, puse el seguro y camine a la entrada, donde ya me esperaba Damián recostado de una pared mirando su teléfono.

Me acerqué a paso lento para que no me notara, y cuando estuve lo suficientemente cerca vociferé un "Buu" que hizo que él saltara en su lugar.

Solté una carcajada viendo como él me miraba con los brazos cruzados.

—¿Que dijimos sobre los sustos?—me miro con una ceja arqueada y una sonrisa divertida.

—No se....—lo mire con cara inocente, mientras me reía para mis adentros.

—¿Se supone que vas a asustarme siempre al comienzo de una cita?—

—Tal vez—

—Agh, solo entremos—murmuro aun con esa sonrisa divertida.

Me reí entre dientes mientras lo seguía.

Al entrar, el aire acondicionado del centro comercial azoto mi cara, contrastando con el calor que hacía afuera.

Sentía que hoy iba a ser un día muy divertido.

•••

Habíamos estado caminando, entrando a tiendas, hablando, y sobretodo riéndonos por horas.

Ahora nos encontrábamos en una tienda en la que vendían lentes de Sol.

—¿Me quedan bien?—pregunto Damián, mirándome y señalando los lentes que tenía puestos.

—Si—asentí, habíamos estado más de 30 minutos parados, Damián probándose lentes de Sol y yo diciéndole si le quedaban bien.

Alguien que se apiade y me saque de aquí.

Damián probándose lentes, es peor de lo que yo sería en una tienda de dulces.

—Damián, hemos estado aquí por más de media hora, ¿podrías decidirte de una vez para poder irnos?—

—Tranquila—me miro con una sonrisa, para luego volver la vista a los lentes—Sólo déjame ver el precio de estos...—

Bufe, tenía unas ganas inmensas de comerme un helado, pero Damián me había tenido cautiva dentro de la tienda, con la excusa de que necesitaba mi opinión.

—Sabes, ese guardia nos mira mucho—murmure viendo al señor con el ceño fruncido.

—Tal vez es porque tienes cara de ladrona—se encogió de hombros, soltando una risa.

—Agh, ¿puedes apurarte?—dije ya cansada.

—Bien, comprare estos—dejo los lentes que estaba viendo, y agarro otros—Vamos a la caja—.

Nos acercamos a la señora que estaba detrás de la caja, Damián le entrego los lentes y ella los tomo para comenzar con el proceso de compra.

—Bien, son 500$—tenía una cara amargada, se notaba que no quería estar ahí.

—¡Que! ¿Porque son tan caros? ¿Sabe que? Ya no voy a comprar nada, Vámonos Grace—

No lo puedo creer, 40 minutos gastados de mi vida en esto, que perdida de tiempo.

Caminamos a la salida, estaba a solo centímetros de mi libertad, cuando de repente el guardia de seguridad detuvo a Damián, impidiendo su paso, por lo que yo me detuve a su lado.

—¿Que sucede?—pregunto el chico a mi lado, confundido.

—Por motivos de seguridad, necesitamos que se quite los pantalones—

—¡¿Que?!—dijimos al unísono Damián y yo.

Esto si que no me lo esperaba.

Hola, Chico de Wattpad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora