Hola, Chico de Wattpad

Día 28

La chica indecisa, decidió tratar de alejarse del muchacho.

Pero este la mantenía sujetada, impidiendo que Grace se alejara.

Damián la besó porque sabía que ese rocé aclararía la cabeza de la joven. Si ella sentía el mismo cosquilleo en su cuerpo como lo sentía él, entonces tendrían la oportunidad de ser más que el Chico de Wattpad, más que la Pequeña Pervertida.

Podrían convertirse en la persona más importante para el otro.

Ella dejo de forcejear, y termino devolviéndole el beso con intensidad.

Es decir, ¿quién no podría rendirse ante los labios de ese chico?

Como si sus brazos tomaran vida propia, estos se movieron involuntariamente a el cuello de Damián.

Sus pulmones reclamaban por oxígeno, por lo que tuvieron que separarse sin quererlo.

El mayor junto sus frentes.

—Espero que eso haya aclarado tu guerra interna—susurro él.

Ella abrió sus ojos, todo este tiempo había estado con ellos cerrados.

Lentamente se separó del chico.

—Damián, no debí hacer esto... Solo haces que me confunda más, simplemente esto no debió haber sucedido.

Grace se alejó.

La decepción era evidente en los ojos del chico.

—¿Por qué?—pregunto Damián.

—Porque no quiero ligarme a nadie, en este momento de mi vida no se que es lo mejor, ¿arriesgarme? O ¿no prestarle atención a mi vida sentimental?—la chica explico mientras una mueca  de ansiedad se adueñaba de su rostro.

—Te complicas demasiado—el joven se estaba empezando a molestar, realmente no sabía que era lo que le impedía a la chica admitir de una vez si sentía algo por él o no.

Por un momento Damián pensó que él tenía la culpa, tal ves la había asustado, tal ves era demasiado pronto para "sentir algo", tal ves ella solo trataba de rechazarlo sin lastimarlo tanto.

Pero elimino esos pensamientos tan rápido como aparecieron en su cabeza.

Ellos estuvieron hablando por casi un mes, habían salido dos veces, y era más que obvio que entre ellos había química.

El chico aún tenía una pizca de esperanza.

—¡Pues sí! ¡Soy complicada!—vociferó Grace con un toque de molestia.

Ella esperaba que su voz no le fallara esta vez, no quería tartamudear dandole un claro signo de su nerviosismo al chico a su lado.

—No quiero pelear ahora—hizo una pausa y tomo un suspiro—solo respóndeme ésta pregunta, ¿sientes o no sientes algo por mi? Aunque sea atracción—

—Sí... ¡Digo no! ¡No lo se!—Grace no conseguía las palabras ideales para expresarse.

—Grace, si solo vas a contradecirte, prefiero dejar todo esto hasta aquí, si no puedes decirme la verdad, entonces te dejo en paz y no hablamos más—soltó con una mezcla de emociones en su tono.

Molestia, decepción, ironía y un poco de tristeza.

El mayor se dio la vuelta dispuesto a alejarse de la chica responsable de su revoltijo de emociones.

La chica desesperada no encontraba las palabras para decirle a Damián que ella estaba confundida, sus sentimientos no estaban claros, también sentía un poco de miedo, no quería volver a hacer la misma chica insegura y vulnerable que había dejado atrás, pero de algo estaba segura, si sentía algo por el chico que conoció en Wattpatt, no sabia que, pero algo le hacia sentir ese chico infantil y gracioso que estaba a punto de abandonarla en aquel parque.

Él ya se encontraba un poco alejado de ella, fue entonces cuando el chico estuvo apunto de cruzar la salida del lugar, que Grace reacciono, corrió en su
dirección, y cuando se encontró relativamente cerca, lo llamó.

Él se detuvo en seco, volteo algo confundido hasta dar con la presencia de la chica tras él.

Camino con pasos inseguros por la acera hasta quedar en frente de la joven.

—Si siento algo por ti, aun no es muy fuerte ese sentimiento, pero se que causas algo en mi—murmuro entrecortada por haber corrido tras él.

—Viste que no era tan difícil de decir—dijo con burla el chico, si estaba algo sorprendido y a la vez con una euforia que le recorría el cuerpo.

—No bromees ahora—replicó con molestia fingida y una sonrisa en su cara—No he terminado, me complique tanto porque tenía un poco de miedo, para mi el sentimiento del amor da un poder muy peligroso y a la vez maravilloso, puede tanto destruir a alguien como salvarlo del abismo, y la primera y última vez que le di ese poder a alguien, termino destruyéndome de la peor forma, no puedes culparme por ser insegura en éste tema—

Cuando termino, la chica agarro una bocanada de aire, pues había hablado sin parar, sentía que un peso de sus hombros había desaparecido.

Finalmente, el chico sonrío al entender a la complicada chica que lo acompañaba.

—En mis planes no está destruirte, Grace—

—Eso espero, porque sino me veré obligada a destruirte a ti—

—Te voy a creer, por mi propio bien—respondió divertido.

Incluso en momentos serios, estos dos no eran capaces de no soltar comentarios divertidos y graciosos.

Y, sí, esa "persecución" había sido un poco cliché, pero a ellos no les molestaba agregarle un toque típico a su historia peculiar.

Solo personas como ellos entenderían su extraña relación, en la que los dos parecían ser un tanto bipolares.