Capítulo 8.

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El resto del trayecto al restaurante lo hicieron en silencio. Al moreno le dolía mucho estar enamorado de Jazmín por un sin fín de razones. 

Humberto: Es aquí -miraba el lugar. 

Jazmín: Te espero afuera. 

Humberto: Bueno -entro. 

Unos minutos después el moreno salió muy contento. 

Humberto: Me dieron el trabajo, empiezo mañana. Tu me trajiste suerte. 

Jazmín: Excelente, estoy muy feliz por ti, es una lástima que no pueda abrazarte. 

Humberto: Tenemos nuestro propio saludo, dame tus manos. 

Jazmín: Aquí no, vas a parecer un loco.

Humberto: Es verdad, regresemos al departamento y festejemos ahí. 

Para regresar tomaron un taxi, fueron en silencio así el conductor no escuchaba a Humberto. 

El moreno llamo a sus amigos pero no le contestaron el teléfono, de seguro estaban ocupadas en algo importante. 

Jazmín: ¿Cómo festejaremos? -ya estaban en el departamento. 

Humberto: Primero quiero que me felicites -le extendió sus manos. 

Esta vez la conexión entre ellas había sido distinta, fue más profunda e intima, el moreno tenía sus ojos cerrados, disfrutaba de la sensación que Jazmín le hacía sentir. 

Jazmín por su parte adoraba ver como Humberto le abría su corazón cada vez que sus manos se rozaban, no pudo evitarlo, al parecer era posible que un fantasma se enamorara de un humano, ella se había enamorado por completo de Humberto. 

Humberto: Jazmín -abrió los ojos.

Jazmín: Dime.

Humberto: Quiero decirte algo -la miraba con adoración. 

Jazmín: ¿Que es Hum? 

Humberto: Siento cosas por ti. 

Jazmín: ¿Que quieres decir? -temía que le dijera lo que no quería escuchar. 

Humberto. Jazmín... yo...

Jazmín: Alto alto -se alejó- piensa en lo que vas a decirme. 

Humberto: Ya lo pensé demasiado bien, y no puedo seguir negando lo que siento. 

Jazmín: Humberto no lo hagas. 

Humberto: Estoy enamorado de ti -se lo dijo con seguridad. 

Jazmín: ¿Por qué me lo dijiste? ¿Qué pasara ahora? ¿Me invitaras a una cita? 

Humberto: No sé que va a pasar pero tenía que decírtelo. Créeme que esto no es fácil para mi, pero es lo que siento. 

Jazmín no quería mentirle, pero tampoco podía decirle la verdad. 

Jazmín: Crees que estas enamorado de mi pero estar confundido por todo lo que paso. 

Humberto: Lo que siento por ti es real. 

Jazmín: Es una locura.

Humberto: Entonces estoy loco, porque de verdad me enamore de ti. Mi corazón no distinguí si estabas viva o no, el simplemente se enamoro. 

Jazmín: ¿Te pusiste a pensar que vida tendrás a mi lado? 

Humberto: Una vida feliz, como la vengo teniendo hasta ahora.

Jazmín: Necesitaras cosas que no podre darte.

Humberto: No me importa el sexo. 

Jazmín: No quiero que estés enamorado de mi.

Humberto: ¿Por qué?

Jazmín: Porque no quiero irme y dejarte, mira si ahora que me dijiste eso, lo que estaba inconcluso finalmente se cierra... no quiero dejarte. 

Humberto: Eso no pasara porque tú no estas enamorada de mi -le dijo triste. 

Jazmín solo se le quedo mirando, quería decirle que lo amaba pero tenía miedo que al hacerlo le llegara la hora de despedirse de Humberto. Creía que si no se lo decía nada pasaría.

Manuel entro de golpe al departamento. 

Humberto: GOLPEA PRIMERO.

Manuel: ¿QUE BASURA LE METISTE EN LA CABEZA A GABY?

Humberto: ¿De que hablas? -Gabriela llegaba detrás.

Manuel: Esta obsesionada buscando cosas sobre fantasmas -estaba muy enojado.

Gabriela: Manu escúchame.

Humberto: -se agarró la cabeza- Manuel no tengo tiempo para esto ahora.

Manuel: Mas te vale hacerte tiempo. ¿Que te esta pasando? ¿Volviste a beber? 

Humberto: No he tocado una botella de alcohol. 

Gabriela: Manu lo que te dije en casa es la verdad.

Manuel: Amor, ¿de verdad esperas que crea que aquí hay un fantasma? 

Gabriela: Jazmín esta enfrente de ti.

Manuel: -miro al frente- Yo no veo nada. 

Gabriela: Tienes que creer.

Humberto: Abre tu corazón. 

Manuel: Y tú abre los ojos. Te vienes con nosotros, pasaras la noche en casa.

Humberto: No me iré a ningún lado.

Jazmín: Humberto es lo mejor, escucha a Manuel. Lo que sientes por mi es hermoso, pero no te llevara a ninguna parte. Será mejor que estemos separados, de esa manera yo seguiré aquí, piensa en mi como tu ángel guardián. 

Humberto: Sé que esto puede alejarte de mi... pero es que te a... -Manuel lo interrumpió. 

Manuel: Basta Humberto -lo abrazo- Me estas asustando. 

Gabriela: Lo que esta pasando es cierto, tienes que creernos -estaba llorando- Jazmín haz algo. 

Jazmín: Si él no cree no hay nada que yo pueda hacer. 

Manuel: Gaby guarda en esta mochila ropa y otras cosas que Manuel pueda necesitar. 

Jazmín podía encender la televisión pero no lo hizo. Dejo que Manuel se llevara a Humberto, no soportaba verlo sufrir, pero tenía que hacerse así, el moreno debía entender que no podían estar juntos. Además si él se quedaba ahí sabría por medio de Gaby como le iba a Humberto en su vida. 

El resto del día el moreno se lo paso encerrado en el cuarto de invitados de la casa de Gabriela y Manuel. No tenía ánimos de salir y menos de comer. 

Manuel: Estoy preocupado por él, ¿debería consultar a un psiquiatra? -Gabriela no le respondía- Amor se que estas enojada, pero necesito que me apoyes. 

Gaby: No estoy enojada, estoy dolida porque dudas de mi.

Manuel: Gaby... amor... ponte en mi lugar, estoy asustado no sé que hacer, como ayudarlo. 

Gabriela. Manu, Beto no necesita un psiquiatra, necesita estar al lado de Jazmín, ella la ayudo todo este tiempo -Manuel suspiro- Deja de lado toda lógica -le tomo las manos- y abre tu corazón amor, sé que en el fondo nos crees, pero tienes miedo y es perfectamente comprensible. Te amo -le dio un beso.

Manuel: Te amo, mi amor. 


Un Milagro de Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora