Capítulo 10.

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La mano con la que abría la puerta le temblaba tanto que casi no pudo girar la llave para destrabarla y entrar. 

Humberto: Jazmín -la llamo- Jazmín -no había respuesta.

Gabriela: ¿Dónde esta Beto? -miraba para todos lados. 

Humberto: Oh Dios mío que no te hayas ido sin antes yo verte... ¡Jazmín! -estaba apunto de llorar. 

Jazmín: Hola Humberto -apareció frente a él. 

Gabriela: Ahí esta, que alivio. ¿Puedes verla amor? 

Manuel: Rayos no.

Humberto: No quiero que te vayas, pero no seré egoísta, si mi amor te ayuda a cerrar tus problemas puedes partir, no te detendré. 

Jazmín: Ese amor tendría que ser correspondido, real Humberto, o al menos las dos personas tendrían que estar enamoradas.

Humberto: ¿No sientes nada por mi? ¿Ni siquiera cariño por todo este tiempo compartido? 

Jazmín: No quiero decírtelo, porque no puedo ni quiero dejarte. Hum creo que será mejor que no te quedes a mi lado, te mereces una vida plena. ¿Qué harás conmigo? 

Humberto: Los animales puedes verte, comprare un gato y un perro. Los niños también pueden verte adoptare uno, haré lo que sea por ti.

Jazmín: Humberto -el moreno la interrumpió. 

Humberto: -se paro frente a ella- Correré el riesgo de perderte... pero quiero escuchar que me lo digas. Acerca tus manos a las mías... 

Juntaron sus manos como siempre.

Humberto: Te amo Jazmín, te amo con todo lo que soy.

Jazmín: -ya no podía ocultar mas- Te amo Humberto -al moreno se le iluminaron los ojos- Te amo desde el primer día que pasaste a través de mi -se rieron. 

Sin separar las manos el moreno acerco su cara a la de Jazmín y lentamente poso sus labios sobre los de la chica.

La sensación fue indescriptible, el corazón de Humberto latía a mil por hora, la electricidad que siempre sentía en su mano ahora corría por todo su cuerpo. Jazmín sintió lo mismo, en sus 20 años de vida jamas vivió algo como eso. La ojo café amaba a Humberto y deseaba que el moreno la besara todos los días, poco a poco fue perdiendo el miedo dejándose llevar por el amor que Humberto le transmitía. 

Gabriela: Amor es tan lindo, se están besando. 

Manuel: No puedo ver nada. ¿Cómo pudieron besarse? 

Gabriela: En realidad solo acercaron sus labios, igual que con sus manos. 

Humberto: -abrió los ojos- fue hermoso -sus manos seguían juntas. 

Jazmín: Sigo aquí -dijo contenta- Te amo Humberto! 

Antes que el moreno pudiera responderle el cuerpo de Jazmín empezó a iluminarse. 

Humberto: ¿Qué esta pasando? -estaba asustado. 

Gabriela: Oh no no no...

Manuel: ¿Qué, qué?

Gabriela: Creo que Jazmín esta desapareciendo. 

Manuel: No, no puede ser -se agarro la cabeza. 

Humberto: Jazmín te amo, siempre te amaré -ahora no podía parar las lagrimas.  

Jazmín: Amor... no me estoy yendo... 

Poco a poco el cuerpo de Jazmín fue dejando de ser traslucido.

Un Milagro de Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora