Clarke odiaba no ir a trabajar. ¿Por qué? Simplemente no toleraba quedarse en casa, sin hacer nada. Sus manos no podían estarse quietas, así que lo único que hacía cuando no había que ir a la galería, era dibujar. Ahora no estaba dibujando, por supuesto, porque lo único que había sido capaz de dibujar en el último mes había sido a Lexa. Sus ojos, su espalda, sus manos... No se había atrevido a hacer un dibujo completo, pero tampoco era capaz de ignorar la hermosa anatomía de la chica. Ahora no estaba dibujando porque estaba sentada en la cama, leyendo, mientras Finn se distraía con la computadora, justo a su lado.
Hacía calor, pero Clarke no se quitaba la camisa de manga tres cuartos porque el aire de la refrigeración era demasiado fresco para su gusto empero sabía que Finn estaría asándose en esa camisa de tirantes.
—Siento lo de ayer.
Finn estaba recostado, dándole ligeramente la espalda, así que al decir eso tuvo que levantar su cabeza un poco a su lado izquierdo para poder verla. Esperó dos segundos para que Clarke reaccionara –lo cual no hizo hasta un segundo después-, y continuó.
—Tienes razón—, y con eso volvió su atención a la computadora.
Claro que la chica ganó la pelea, siempre lo hacía. Era una Griffin después de todo. —Entro en pánico cuando quieres decidir todo. ¿No entiendes lo estresante que es?—.
Diablos, ¿por qué seguía pelando? —Bueno, alguien tiene que mantenerte a raya—.
No pudo ver el rostro de Finn, pero sabía que había una sonrisa burlona en su boca y por alguna razón eso la hizo querer seguir buscando una pelea. — ¿Qué dijiste?—.
—Mira a Wells, viene el jueves.
Clarke optó por no insistir en una pelea, así que prestó atención a la pantalla del computador. El perfil de su hermano estaba abierto. Su foto del lado superior izquierdo, y en el centro un enlace a los perfiles de sus amigos.
Había cuatro fotos –dos arriba y dos abajo-, y sólo una era de una chica, la primera. Tenía el cabello castaño suelto y ligeramente rizado; la foto estaba oscura pero era imposible no distinguir su rostro.
—Se dejó el bigote. Parece demente. Parece un psicópata, ¿no es así?
El hombre volteó a verla al fin, pero ella no podía apartar su mirada de la fotografía. El celular sonó, Finn se levantó de la cama para atender la llamada, y Clarke esperó unos segundos. No se quería mover pues sabía perfectamente qué encontraría.
Los pasos de Finn se borraron de la habitación y fue entonces que la rubia se animó a acercarse al monitor. Un solo clic y estaba ahí. Fue recibida por un set de fotografías de Lexa... con otra chica. Era morena y llevaba el cabello en un estilo afro. Clarke no se dio cuenta, pero su mano estaba haciendo un puño y apretaba muy fuerte. No podía evitar pensar en lo hermosa que era la otra mujer, la morena.
Parecían... felices, y eso hacía que le hirviera la sangre. Sin embargo, pasados varios segundos se dio cuenta que no había razón por la cual sentir celos. Clarke estaba con la persona que amaba y se iban a casar. Lo único que pudo sentir fue culpa. Una culpa tan inmensa que hacía que su pecho se sintiera hueco y le doliera. A fin de cuentas fue ella quien comenzó todo gracias a su estúpida falta de autocontrol.
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Cuando Clarke y su novio llegaron a saludar a Abby por su cumpleaños, Lexa pensó que sería bueno filmar el momento aunque nunca pensó que sería ella quien vería el video una y otra vez. No sabía qué hora era ni cuánto tiempo llevaba ahí, sólo sabía que estaba comenzando a extrañar demasiado ese par de ojos azules.
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CON CADA LATIDO (Clexa fic) [CORRIGIENDO]
FanfictionClarke Griffin, una joven y prometedora artista, está a punto de casarse con Finn, su socio de negocios. En la fiesta de cumpleaños de Abby, su madre recién comprometida con Marcus Kane; conoce a Lexa, hija de Marcus. Clarke y Lexa intercambian much...