CON CADA LATIDO (Clexa fic) [CORRIGIENDO]

3. LA CASA DEL LAGO

La música sonaba fuerte y claro, justo como a ella le gustaba. Lexa adoraba conducir escuchando su música provenir del estéreo, era su manera de huir de todo y aliviarse del estrés, así fuera una canción de moda en la radio o el concierto de Tchaikovsky, todo dependía de su humor.

La carretera mostraba esos lugares que parecían los más tranquilos, alejados del ruido de la ciudad o el drama del pueblo. Casas en medio de la nada y varias millas de terreno desierto cubierto de hierba seca.

Clarke comenzó a revolverse en su asiento, y cuando Lexa consiguió mirarla notó que tenía una flauta en la mano.

-Dios, es de Aiden, uno de mis alumnos. Puedes ponerlo ahí atrás.

La rubia pareció vacilar un poco antes de acomodarla en algún lado del asiento de atrás. No había dicho una sola palabra en todo el viaje y Lexa comenzaba a sentir que la chica no estaba muy feliz de tener que convivir con ella.

Desde que la conoció, Clarke parecía cerrada a establecer cualquier relación con ella. Luego vino el desayuno, donde parecía una persona totalmente diferente. Quizá Clarke simplemente prefería la compañía de alguien más, ya fuera su novio, su hermano o su madre en lugar que la de una desconocida.

-Sé que no es de mi incumbencia pero tengo que preguntar...

Al oír la voz que rompía el hielo, Lexa la miró por unos segundos antes de volver la vista al volante. -Seguro, adelante-.

Clarke guardó silencio, quizá tratando de acomodar las palabras antes de soltar la bomba, -Wells y tú, ¿están juntos o algo?-. Fue entonces que la rubia por fin la miró a la cara.

- ¿Qué?-, Lexa la miró un segundo buscando algo de gracia en sus facciones pero solo encontró seriedad, sin embargo decidió cambiar un poco el humor del viaje, así que sólo sonrió de forma orgullosa y juguetona.

-No lo sé. Sólo pienso que es un poco...

La castaña no despegó los ojos de la carretera para parecer algo sínica. - ¿Un poco qué? ¿Qué es lo que te molesta? ¿Es la diferencia de edad a lo que te refieres? Supongo que soy unos años mayor a él-, entonces buscó la expresión de Clarke - ¿Es eso?-. Estaba definitivamente molesta y era lo más divertido para Lexa.

-Disculpa, ¿qué es lo que me molesta?-, Clarke la miraba también y parecía tener fuego en los ojos azules. -Pronto seremos de la misma familia. No piensas que es un poco...-.

Lexa echó la cabeza hacia atrás sin dejar de sonreír. -No, pero, ni siquiera tenemos los mismos padres. Lo haces sonar como incesto o algo-.

La rubia la miró un par de segundos antes de apartar la vista, definitivamente enfadada. Lexa sintió que la chica se había dado por vencida, sin embargo decidió encestar el golpe final.

-Pero debo decirte, tu hermano pequeño es increíblemente bueno en la cama-. No volteó la cabeza, pero buscó la reacción de la rubia a través del retrovisor.

Clarke, quien estaba cruzada de brazos con la vista al frente, inmediatamente miró a Lexa con ojos saltones y pareciera como si su expresión se hubiera suavizado. -Dios Santo, no quería escuchar eso-, respondió con voz de desagrado.

- ¿Por qué no? Es la verdad.

El silencio volvió a apoderarse de la lengua de Clarke y lo único que se podía escuchar en la cabina era la música del estéreo. Seen and gone. I stay strong as they rise and fall, so let me greet them for what they truly are. Seen and gone.

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Lo único malo de viajar a la casa del lago era tener que cruzar el lago, pues generalmente debían esperar hasta que llegara el ferri, el cual se tardaba una eternidad en dar la vuelta. Eso lo aprendió en el corto tiempo que estuvo con Lexa, pues luego de aquella discusión que tuvieron no hubo poder que la hiciera dirigirle la palabra.