Mi descaro no tiene límite

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Mortal: Abril

Cuando ese hombre me habla, dejo de habitar en la tierra. (A/N: ¿Quién creen que sea?)

-Tendrás que ir a mi casa. -dijo Percy Jackson.

-Sí, creo que es necesario. -dije soñadora.

Bueno, Percy y yo somos profesores en una universidad, él enseña oceanografía y yo diseño.

-Puedes venir el sábado a las 11:00 am. No voy a estar, pero mi esposa sí, no demoraré más de 20 minutos en llegar. -me dijo.

¿Olvidé decir que tiene esposa? Eso es porque siempre estoy pensando que que él es mi marido.

Tenemos 27 años, y estoy soltera aun.

-Bien, yo te espero en tu casa. -le dije.

Cuando estaba sola en mi auto, no pude evitar odiar a su esposa.

Se llama Annabeth Jackson, y lo malo es que es agradable. Rubia, de ojos grises, bronceada, atlética, voluptuosa, y de más. Es arquitecta, y una de las más conocidas del país.

Cuando conocí a mi nuevo compañero de trabajo, no me fijé en su argolla de matrimonio.

Un día por casualidad, lo encontré con su esposa Annabeth en un restaurante, y fue cuando noté él anillo.

Desearía que esa mujer se fuera al infierno.

***

El día que tenía que ir a su casa, me preparé para verme mejor que su esposa.

Llegué en mi auto y quedé boquiabierta. La casa de los Jackson era grande y bonita, muy elegante y delicada. Creo que la había diseñado Annabeth.

Toqué la puerta y (como dijo Percy) abrió Annabeth.

-Hola, Abril, Percy me dijo que tiene que hacer un trabajo contigo. No demora en llegar. -me dijo.

Estaba vestida con unos lindos vaqueros y una camiseta purpura sencilla. Inclusive así se veía mejor que yo.

Ella comenzó a mostrarme la casa. Me llevó al segundo piso, donde Percy tiene su estudio de trabajo.

Mientras pasábamos por lo que parecía ser una habitación de huéspedes (la cual estaba entreabierta) pude distinguir a un hombre durmiendo sin camiseta.

¿Será que está mujer...?

Cuando se dio cuenta de que estaba mirando la habitación, serró la puerta y me fulminó con la mirada.

-¿Quién está en--

-Nadie que te interese. -me dijo con los dientes apretados.

Oh por todos los cielos.

Ella se quedó conmigo en la oficina, hasta que sonó él teléfono en él primer piso.

Cuando estuve sola, decidí ir a ver él cuarto.

Verán, soy muy curiosa. Y esto era una majestuosa oportunidad para decirle a Percy que su esposa le era infiel.

Abrí la puerta, la cual estaba sin cerrojo. Antes de entrar, escuché a Annabeth hablando por teléfono.

-¿Que hizo qué?... Bueno, no es tan malo, sólo acepta sus disculpas... Sí, sé como puede llegar a ser, pero no está bien que vaya de casa en cada de sus amigos pidiendo dormir.

No escuché más porque decidí dar el rápido vistazo.

Dentro, había un hombre durmiendo, la almohada tapaba su cara, estaba en pantalones y sin camisa. A su alrededor conté 5 botella de cerveza.

Mortales en PercabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora