UNA FIESTA LOCA PARTE I

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Mortal: Jhon.

-¡¿Qué que?!

-Como escuchas, hombre, nos quedamos sin licor.

-¡¿Bromeas?! ¡No falta mucho para que lleguen todos a la "fiesta" de Jhon y Cárter sin licor! ¡Dijiste que tenias un contacto que nunca te fallaba con la cerveza!

-¡El maldito desgraciado la utilizó para una fiesta privada!

Mi amigo Cárter y yo organizamos una fiesta muy loca. Si, ya la podréis imaginar, licor, licor, licor, una fiesta típica de adultos jovenes. Pero todo se fue a la mierda, ya que un contacto de mi amigo, le dio nuestras cajas de cerveza a otras personas que, según el, pagaron mejor.

-¡Mierda! ¡Llegaran en menos de dos horas!

-Amigo, nuestra reputación pende de un maldito hilo.

-¿Enserio? ¡No lo había notado!

-Lo siento ¿Qué vamos a hacer!

Me acerque a la ventana, en medio de mi desesperación, y pude ver lo mas extrañamente hermoso milagro del mundo: 12 jóvenes: 5 chicas, 7 chicos. Bajando de una camioneta alrededor de veinte cajas, con el sello de una marca de cerveza. Como cereza del pastel, las chicas eran realmente sexys. Y mejor aun, estaban entrando en nuestro complejo de apartamentos.

Se estarán preguntando, ¿Cómo voy a hacer una inolvidable fiesta en un apartamento? Pues mis abuelos, quienes fueron los que me criaron, tienen una casa realmente enorme, por lo que rentan las habitaciones, que tienen todo lo necesario para que dos personas puedan vivir. Ellos me aman, por lo que me dejaron hacer la fiesta.

-Mira esto. -le dije a Cárter, quien se acercó.

-Debe ser una maldita broma. -dijo con una sonrisa.

Ambos reímos y casi lloramos se felicidad. La fiesta no se cancelaría.

Bajamos la recepción y mi abuelo les dio una lleve. Debió haber creído que traían las cajas para la fiesta. Me di cuenta de que las chicas eran incluso mas hermosas de cerca, una era rubia de ojos grises, otra era alta y corpulenta; una tenia su cabello con tranzas y plumas, además de que sus ojos cambiaban de color; la otra tenia el cabello caramelo y ojos avellana; y la ultima, tenia un largo cabello rizado y ojos dorados.

-Jhon, ¿le podrías enseñar a los jóvenes su apartamento?

-Seguro abuelo, ¿Que número es?

-3h, ya sabes, la mas espaciosa.

Eran 12, pero solo habían 5 parejas, no 6 porque habían dos chicon de mas, por lo que tenia sentido escoger esa habitación, tenia 7 camas, una mini cocina, un baño y una pequeña sala de estar. No debían de quedarse mucho tiempo, pues no tenían mucha ropa.

Cárter y yo los guiamos hasta el tercer piso, también los ayudamos a cargar las preciadas cajas de licor. No faltaba mucho antes de que llegaran los demás, por lo que debía de actuar rápido.

-Gracias. -dijo la rubia. Me parecía mas hermosa que las demás.

-Y...¿esas cajas de cerveza?

Ellos se miraron extrañados, pero parecieron quedar de acuerdo en algo.

-No...es...es -ella miro con ojos de auxilio a un pelinegro de ojos verdes como el mar.

-Solo...algo...que...

Pero también se atoro. Los demás no estaban mejor, todos empezaron a excusarse sin terminar una sola frase.

-Pues verán, mi amigo Jhon y yo organizamos una fiesta, pero la cerveza se fue a la mierda. Entonces, pensamos que ustedes, ¿Podrían vendérnosla?

Mortales en PercabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora