Lo Que Buscamos

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Ya han pasado varios días desde que ocurrió el percance de la discoteca con Noah, Clara sigue sin hablarme, Noah igual, ninguno me habla.
Con el único que hablo es con Lucas.

"Hola Lucas, ¿cómo estáis?, ¿cómo está tu hermano?, ¿sabes algo de Clara?"

"Hola Charita, yo estoy bien, Noah sigue enfurruñado pero ya se le pasará, Clara está molesta... Como ya imaginarás, no te preocupes que ya se la pasará"

"Pero, Lucas... ¡No tiene motivos para enfadarse!..."

"Lo se Chara,  Noah me lo ha contado y no entiendo el enfado repentino de Clara, ya lo entenderá ella solita que es mayor.."

"Ya, bueno... ¿tú hablas con ella?"

"Si, hablo un poco con ella, menos que antes..."

"Por favor, vigilala un poco... Si la ocurre algo o necesita algo dímelo, ¿vale? "

"Si, no te preocupes, que no tienes culpa de nada."

Sé cómo es Clara, por eso me molesta... No es capaz de ver más allá de sus narices y ya, sintiéndolo en lo más hondo de mi ser, me he cansado... ¡Lo peor es que me atribuye acciones que no he hecho!
Encima, si al menos Noah estuviese interesado en ella... Podría quejarse...
Bueno, ya está, no quiero pensar más en ello, cuanto más lo pienso más me enfado y no quiero sentirme así respecto a Clara.

Hoy mis padres no están en casa, tenían que ir a hacer cosas y estaré sola en casa hasta después de comer.

Llega pronto la hora de comer, me hago algo sencillo: pasta a la boloñesa.

Sobre las cuatro de la tarde regresan mis padres y me ven aún en pijama, en el sofá tumbada y viendo una película en el sofá.

La película es la típica película de amor, chico conoce a chica, el chico hace daño a chica, la chica se aleja del chico, el chico se disculpa con la chica, la chica lo perdona al chico y viven "felices" para siempre.

Después de la película, que acaba sobre las cinco y media, me voy a mi cuarto a guardar en cajas todos los apuntes del curso. De pronto suena el timbre. ¿Quién será?

-Chara, cielo, tienes visita.- Mi madre me avisa y se acerca a mi cuarto. - cariño, ¿me has oído?

-Si, mamá, ¿quién es? - No puedo evitar mostrarme llena de curiosidad. Hoy no esperaba visita ni mucho menos.

-Es tu amigo Noah, dice que viene a ver si quieres dar una vuelta. - Se nota que a mi madre le cae bien Noah.

-Oh, vale, vaya... Ahora salgo a verlo. - Salgo de mi cuarto y me dirijo a la entrada, donde Noah me está esperando. Va vestido como siempre, camiseta blanca básica, vaqueros azul marino y su chaqueta de cuero.

-Hola Noah, ¿qué tal? - Le dedico una cálida sonrisa y él, como siempre, me devuelve la sonrisa.

-Hola Chara, bien, ¿y tú? - Se acerca a mi un paso más mientras le digo que yo también estoy bien. - Te queda bien el pijama, ¿eh? - No me había dado cuenta de que sigo en pijama y estoy aquí, delante de él, como si nada.

- Oh, vaya, jajaja - No se por qué me intento tapar el pijama, parece un chándal de deporte normal y corriente. No puedo evitar sonrojarme cuando me mira el pijama.

- No te preocupes, te queda muy bien - Y me sonríe de una forma distinta a como suele hacerlo, algo le brilla en sus ojos azules y hace que me sonroje aún más. - Bueno, a lo que venía era a pedirte que si querías salir a tomar algo conmigo y hablar... - Se frota las manos, nervioso, y espera impaciente mi respuesta. Yo en cambio estoy dudando si sería buena idea o no..