Narrador Omnisciente
Rick no podía dormir, le causaba una gran inquietud los reos en el otro bloque de celdas, tenía la ligera noción de que no eran como Thomas o Andrew pero sabía que no podía confiarse de nadie que no fuera de su grupo. Tenía que proteger a su familia.
Danielle despertó sobresaltada, en su mente se repitió la perturbante escena de Rick cortándole la pierna a Hershel, sólo que al final de la pesadilla ella era la que sostenía el hacha. Miró a su alrededor frenéticamente hasta que sus ojos se adaptaron a la poca luz de la celda, tragó saliva e hizo el amago de levantarse pero sintió una presión en su estómago, Daryl, inconscientemente (cosa que ya se había vuelto costumbre) rodeaba la cintura de Danielle, a quien le parecía gracioso aquel gesto ya que el cazador solía burlarse de aquella manía del coreano, sin saber que él hacia lo mismo.
La chica retiró delicadamente el brazo de Daryl, quien profirió un gruñido y se dio la vuelta sobre el delgado colchón, dándole la espalda a Danielle. Ella soltó un suspiro pensando que lo había despertado, era muy difícil conciliar el sueño por una noche completa y no quería arruinar aquello.
Salió de la celda, había un silencio que, a pesar de vivir últimamente escuchando los incesantes gruñidos de los caminantes, le parecía inquietante. Vio una silueta en la planta baja, al principio se sobresaltó pero al entrecerrar sus ojos para ver mejor divisó a Rick sentado en el suelo, frunció el ceño e intentando hacer el menor ruido descendió por los escalones.
-¿Estás haciendo guardia?-dijo en tono bajo pero burlón, sentándose a su lado, Rick no había notado la presencia de su amiga hasta que habló, estaba tan sumido en sus pensamientos.
-No podía dormir-explicó viendo al frente, evitando hacer contacto visual con ella y fue ahí donde Danielle supo que ocurría algo.
-¿Qué pasa, Rick? ¿Estás bien?-la chica flexionó sus rodillas y las pegó a su pecho, abrazándolas.
Por unos segundos, Rick agachó la cabeza pensando en si contarle lo que rondaba por su mente, desahogarse sería una buena idea.
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-Hay que meter el otro carro-dijo Rick, ya habia amanecido y se estaban encargando de ordenar un poco la prisión-lo estacionaremos en la entrada oeste del patio. Después de eso tenemos que cargar estos cadáveres para quemarlos.
-Esto va a tomar un tiempo-susurró Danielle, unas ojeras pronunciadas rodeaban sus ojos, había dormido pero no lo suficiente.
-¿Y Glenn y Maggie?-la mujer de cabello canoso se acercó a ellos después de estacionar la camioneta en la entrada-Nos vendría bien un poco de ayuda.
-Arriba en la torre de guardia-señaló Daryl hacia la torre más cercana, para después gritar sus nombres. Segundos más tarde Glenn apareció intentando abrochar sus pantalones y sin playera, pues acababa de despertar, al igual que Maggie.
-Hola ¿Qué pasa muchachos?-saludó a los presentes con voz potente a pesar de acabar de despertar, los que presenciaban la escena no pudieron evitar reír y menos cuando Daryl soltó su expresión con doble sentido "¿Se vienen?" Repitió después de que Glenn frunciera el ceño confundido.
-Dejalos, Dixon-Danielle soltó una risa, mientras le daba un pequeño golpe al hombre-¡Necesitamos ayuda para mover los cuerpos!
-Está bien-respondió Glenn-Bajamos en un momento.
-Hey Rick-habló T-Dog y todos miraron en su dirección encontrándose con los reos, Axel y Oscar mucho más cerca de lo que habían acordado el día de ayer. Inmediatamente todos borraron su sonrisa y se pusieron serios.
