Aquí me encuentro, frente a la vista de la ciudad iluminada por aquellas débiles luces de la calle o de algún que otro letrero luminoso, la brisa acariciando mi cara tan pálida por el frío de ésta noche invernal.
Es un silencio absoluto en mi mundo, ni siquiera el ruido de algún coche pasando interrumpía mis últimos momentos reflexivos. Francamente no era la primera vez que me ponía a mi mismo en ésta situación, pero sí, era la definitiva esta vez. ¿Cómo estaba tan seguro?, no tenía nada, ni siquiera tenía alguien que se preocupara por mi, alguien que moviera cielo y tierra solo por prevenir que yo haga una estupidez, no tenía a nadie que me llorase una vez muerto, tristemente, yo lloraba cada día por personas que ni siquiera les importaba. Cada una de ellas vino a mi vida y se llevo de mi un trozo de mi cariño, un poco de mi corazón, y lo que quedaba de mi felicidad, Uno tras otro fueron marchándose de mi vida dejando en mi interior una enorme sensación de vacío que agujereaba mi pecho, aquellas personas que decían amarme y dar la vida por mi, fueron las que menos tardaron en irse de mi vida, y fueron aquellas que más daño me han causado, aquellas que sin importarle mis sentimientos rompieron mi corazón en miles de puntiagudos fragmentos y se alejaron sin mirar hacia atrás. El amor, sin dudas, es el más trágico y confuso sentimiento que haya podido existir, y es una de las razones por las que ahora me encuentro aquí arriba, sentado en el borde de éste edificio, meditando sobre si dolerá o no el caer al vacío.
Aún recuerdo aquellos días en los que era un niño sin ninguna preocupación, sólo las constantes peleas de mis padres era todo aquello que desequilibraba mi psiquis, supongo de ahí fue el inicio de mi deterioro mental tan prematuro. Algo que si no soy capaz de recordar es como es la sensación de sentirse feliz, sentirse pleno, aquella olvidada emoción que nada podía emular, hace tanto tiempo que no me siento feliz que ya no soy capaz de recordar sus síntomas. Todo lo que ha estado viviendo en mi últimamente han sido sentimientos de rencor, dolor, tristeza, soledad, y angustia. Todo esto fue lo que me trajo aquí.
Si realmente hubo alguna persona que me ha importado, ésta se encontraba tristemente a varios largos kilómetros de mi, fuera de eso, estaba completamente solo a mi al rededor, aquella luna brillante que solía acompañarte en mis momentos de soledad no se encontraba en el cielo nocturno, ni siquiera las estrellas, todo era una vacía masa de oscuridad rodeándome, supongo que ya no había que prolongar lo improrrogable.
Simplemente deje mis pertenencias a un lado, si algún interesado deseaba quedarselas allí estarían, no dejaba ningún tipo de nota de suicidio puesto que a nadie le interesaría leerla, en un mundo donde la soledad es el único sentimiento que siempre me ha acompañado (irónicamente), no había lugar para mi, yo no se vivir la vida y por lo tanto, no debo vivirla.
Una bocanada de aire para tomar valor, y de un instante para el otro me encontraba cayendo al vacío, como un espectador esperando el final de la película, la caída se hizo eterna, era capaz de vislumbrar los pensamientos más profundos en mi mente, aquellas cosas que me hubiesen encantado hacer alguna vez en mi vida, por ejemplo encontrar a alguien que realmente me ame, pero fue algo que quedo pendiente en mi lista de cosas por hacer antes de morir, puesto que jamás fui capaz de encontrar a la persona indicada, aún recuerdo como cada día de la semana era una mierda, todos y cada uno de ellos, las constantes visitas a psicólogos, los cortes profundos en mis brazos y piernas, todo eso al fin se terminaría, creo que por primera vez en varios largos años, sonreí. Fue una sonrisa verdadera, aquellas que salen espontáneamente, la alegría que invadía mi cuerpo al verme a tan sólo unos cuantos metros del suelo, tendría una muerte, ya sea dolorosa o no, pero al fin la tendría.
Creo que debería dejar de tomar ésos estúpidos anti depresivos, aquellas alucinaciones no me permiten ver la realidad con claridad, cada momento que deseo cumplir aquel sueño que solo he visto en mis alucinaciones, después de cada intento de suicidio fallido ya no podía ni siquiera levantarme de la cama, tal vez sea por que ya no me quedaban fuerzas, o tal vez sea porque aquella enfermera me aconsejo quedarme quieto o volverían a anestesiarme, de todos modos, el único lugar a donde pertenezco es a éste psiquiátrico.
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Oscuridad.
Short StoryAquí describiré algunos de los sentimientos causados cuando la oscuridad invade mi vida.