Por alguna razón, nuestros sentimientos más negativos se potencian de una forma incomprensible, sobre todo los relacionados a la depresión y ansiedad. Noches enteras en las que no alcanzan las uñas de los dedos para morder, no alcanzan los cigarrillos para los que fuman, y no hay botella de alcohol suficiente para los que beben, cada quien elije su propia forma de cavar su tumba, no hay mejores, ni peores, desde depresivos hasta suicidas, unos más temprano, otros más tarde, todos acabamos metros bajo tierra, o siendo parte del decorado de una casa dentro de un ridículo jarrón como si de un trofeo nos tratasen.
Odiarse a sí mismo se ha vuelto algo común, la falta de auto confianza y de auto estima nos conduce a sentir que cualquiera es mil veces mejor que nosotros, que ojala pudiésemos cambiar todo de nosotros, ser una persona totalmente diferente a la que somos, que eso nos haría muy felices. Eso es falso.
Lo único que debemos cambiar siempre sera nuestros pensamientos, tengamos el cuerpo que tengamos, siempre seremos depresivos e inseguros, nadie ha descubierto la medicina para la inseguridad, es algo propio de nosotros ya, algo que está infundido en lo mas profundo de nuestro ser, como una semilla que brota y va encarnando sus raíces más profundamente en nuestro corazón. No hay forma de quitarlo.
¿Te suena familiar?: "no entiendo tus celos, eres mucho mejor que el/ella", frase típica dicha por una persona que no tiene conciencia acerca de lo que es ser celoso/depresivo/inseguro, pero incluso si quieren engañarnos con esa mentira, asentimos, como si estuviésemos rindiendonos ante ésta oscura y profunda guerra, sabiendo que por más que intentemos explicar lo que sentimos, nadie nos va a lograr comprender jamás, supongo solo queda acostumbrarse que el único momento donde nadie nos juzgará, es estando bajo las cobijas, no por nuestra propia seguridad, sino por la seguridad de aquellas personas que aún conservan su inocencia y que no deseamos arrebatarle su fe y esperanza en éste mundo.
Siempre he sentido lo mismo, solo necesito apagar la luz y la oscuridad hace que brote de mi ser lo peor de mi, viendo ante mi un monstruo de aspecto similar al mio, pero con una inquietante maldad en su interior, como si se tratase de la peor pesadilla de cualquier ser viviente, pero, no me hace daño; solo llora, llora entre sus ojos cubiertos de sombras oscuras como la noche, caen lágrimas sin brillo que reclaman perdón, llora desconsoladamente pidiendo que alguien se apiade y acabe con su sufrimiento, pero de a poco la oscuridad se sume en él, tapándolo, llevándoselo muy lejos, dejándome de nuevo sumergido en tinieblas, si tan solo las personas fueran capaces de ver en nuestro interior, como una vez he leído por ahí, llorarían con nosotros.
Sin dudas, la peor depresión es aquella que luego de dormir no se quita, que perdura a través del tiempo, es aquella que impulsa a la gente a jalar un gatillo sobre sus cabezas (o sobre las de aquellos que le hacen daño), es aquella criatura enfermiza que mientras tu lloras en la oscuridad, ella ríe, ríe sin parar, acercándose lentamente a tu oído para susurrarte: "no podrás salir de este abismo sin fin jamás, ahora seras mi compañero". Mientras la personificación de nuestro dolor se cierne sobre nosotros, la puerta se bloquea, nuestra respiración se agita y se entrecorta, y todo lo que se oye, en esa silenciosa noche, es el "Clic" del gatillo siendo jalado por unos dedos tan fríos y sin vida, que lo estaban desde antes que la bala atravesara su cabeza. Todo se paraliza, y caemos al suelo dando nuestro último suspiro de vida, que se escapa de nuestros labios ya pálidos, y por primera vez en mucho tiempo, sonreímos de verdad, somos libres de nuestra prisión y nuestro tormento, ya no hay más sufrimiento.
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Oscuridad.
Proză scurtăAquí describiré algunos de los sentimientos causados cuando la oscuridad invade mi vida.