¿Suerte, Casualidad o Destino?

04| Señor ignorado

Siento como mi cuerpo se tambalea, abro mis ojos y me encuentro con Loandra tratando de despertarme. Logro ver que lleva un vestido purpura y su cabello negro perfectamente alisado. Tapo mi cara con la sabana en señal de protesta.

— Abigail no seas floja ya levántate. – ¿Acaso ella no sabe que yo amo dormir?

— ¿Qué hora es? – Pregunto incorporándome en la cama.

— Son las 6:18 de la mañana, más vale que te levantes de esa cama. Recuerda que el autobús pasa más temprano los miércoles. Por cierto ya deje tu ropa alistada en el baño. Hoy iremos con traje. – ¿Que me haría sin mi mejor amiga? Ella es como mi segunda madre.

No suelo ponerme trajes para la escuela, los amo pero solo los uso en ocasiones especiales. Pero ya que mi querida amiga se dio la tarea de buscarlo me lo pondré. Tomo el traje coral y me lo coloco. Decido llevar mi cabello castaño suelto. Voy hasta mi cama y me agacho para tomar mis amado converse blancos. Sí, me los pongo hasta con traje.

— ¿Qué haces Abigail?

— No es obvio, busco mis tenis. – Respondo mostrándole mis zapatos.

— Nada de tenis, hoy iremos en sandalias. –Dice Loandra con gran emoción y con un par de sandalias blancas en la mano.

— ¿Esto debe de ser una broma? Sabes perfectamente que odio que me vean los pies.

— Sin protestar, toma póntelas. – Me extiende las sandalias con una enorme sonrisa. Las tomo y me las coloco. — ¿De verdad el autobús pasara más temprano hoy?

— No solo lo dije para que te levantaras. Voy a desayunar, te espero abajo. – Veo cómo sale por el umbral de la puerta.

Termino de colocarme las sandalias y camino hasta el espejo. Miro mi hermoso traje color coral, llega hasta un poco más arriba de mis rodillas, es suelto y muy cómodo. Debo decir que luce muy bien con estas sandalias. Acomodo mi cabello detrás de mi oreja y suspiro. De verdad que mi amiga sabe elegir atuendos. Cuando ya estoy lista bajo a la cocina y me encuentro con mi hermana en el comedor. Esta lleva su cabello rubio trenzado y al igual que Loandra y yo un traje pero este es color blanco. Se ve hermosa, pero no más que yo.

Gabriela heredo el cabello de mama y los ojos azul celeste como papa. Yo fui lo contrario herede el cabello castaño de papa y los ojos café de mi madre. Ambas tenemos la tez color blanca igual que mama.

Mi papa trabaja en una empresa de publicidad en New York, por lo tanto no pasa mucho tiempo con nosotras. Pero cuando viene trata de quedarse mucho tiempo aunque casi nunca lo logra. Si no fuera porque mi madre ama su trabajo de enfermera aquí en California, creo que ahora mismo estuviéramos con papa.

— Echo de menos a papa Gabi. – Se que estoy llorando por qué siento como se derrama una lágrima por mi mejilla. Hace más de seis meses que no veo a mi padre, si me mantengo en comunicación con el pero eso no cambia el hecho de que lo extrañe.

— Yo igual Abi, tengo la esperanza de que pase este verano con nosotras. – Veo como el rostro de mi hermana se torna triste. Me acerco a ella y la abraso.

— Aún falta mucho para eso mocosa. Termina tu desayuno, yo saldré afuera a esperar el autobús. – Mi hermana solo asiente y se sienta en la mesa. Limpio mis mejillas y me encamino a la sala a buscar mi mochila.

Cuando salgo afuera me encuentro con Loandra y la señora madre.

— Abigail me tengo que ir hacer guardia en el hospital, si llegan de la escuela y no estoy ordena pizza. – Asiento y veo como mi madre se monta en el auto y se aleja de nosotras.

Minutos después sale mi herma de la casa. Cierro la casa con llave y nos sentamos en la acera a esperar el autobús. Son las 6:50 am, se supone que el autobús pase en 10 minutos. Cuando por fin llega el autobús, me adentró y tomo asiento junto a Loandra y Gabi. Como siempre me toca la ventana. Saco mi móvil y lo reviso, tengo 5 mensajes.

Jeremy - ¿Hay alguien ahí?

Jeremy - ¿Me vas a ignorar?

Jeremy - Me cambiare el nombre a señor ignorado.

Jeremy - Buenos días señorita ignora mensaje.

Jeremy - Te estaré esperando frente a la escuela, recuerda que aun eres mi tutora.

No puedo creer lo hostigador que es este niño. Noto que los últimos dos mensajes fueron hace cinco minutos, así que decidí contestar porque si no, estoy segura de que me llenara el móvil de mensajes.

Abi - Esta bien, voy en camino. La gente duerme por si no lo sabias.

Cuando estoy por bloquear mi móvil entra un mensaje.

Jeremy - Por fin. Yo ya estoy aquí. 😉

Cuando bajo del autobús busco con la mirada a Jeremy. Saco mi móvil para enviarle un mensaje.

— Hola – Jeremy aparece ante mí junto con un chico.

— Hola – Respondo por cortesía.

— Él es mi mejor amigo Bryan, ella es Loandra y ella es Abigail. – Nos señala a amabas y luego su amigo nos sonríe.

— Prefiero que me llamen Abi. – Digo antes de comenzar a caminar. — Vamos Loandra.

El resto del día fue normal, cada vez que entrabamos a alguna clase Jeremy se sentaba al lado mío y si tenía alguna duda yo lo ayudaba. Ahora nos encontramos en nuestro último periodo de clase. Saco mi móvil y miro la hora solo faltan tres minutos para que suene la campana. Decido mandarle un mensaje rápido a Gabi para que me espere al frente de la escuela.

Abi - Te espero frente a la escuela. NO DESAPAREZCA.

Enana Mocosa - Entendido 😎

La campana suena y tomo mi mochila miro a Loandra y ambas salimos del salón. Llego al frente de la escuela, pero no visualizo a mi hermana.

— ¿Dónde está Gabi? – Loandra me mira esperando mi respuesta.

— Le dije que la esperaríamos aquí. – Mi
amiga asiente y vuelve su vista hacia su móvil.

Maldita enana mocosa, ¿Por qué se tardara tanto? Mi móvil comienza a vibrar en mi mano. Debe de ser Gabriela, contesto sin mirar la pantalla.

— ¿Dónde demonios estas? Te estamos esperando frente a la escuela hace rato.

— Ehh, no sabía que la dama me estaba esperando. – Oh, rayos es Jeremy.

— Perdón, pensé que era mi hermana menor. – Golpeó mi frente mentalmente — ¿Para qué me marcaste?

— No sabía que tenías una hermana menor.

— Si es dos años menor que yo. Pero dime, ¿cual fue el motivo de tu llamada?

— Bueno, llame por que saliste muy de prisa del salón y Bryan y yo queríamos saber si tú y Loandra querían ir más tarde por un helado. – ¿Acaso me está invitando a una cita? Oh vamos como decirle que no al helado.

— Está bien, te marco luego para ponernos de acuerdo, ¿está bien?

— Listo, hasta luego entonces. – Cuelgo sin decir nada. Busco el número de mi hermana en mi móvil y marco. Suena tres veces y contesta.

— ¿Dónde estás?

— Detrás de ti. – Me giro y cuelgo el móvil.

— ¿Por qué tardaste tanto?

— Tenía una duda y me quede para que me explicaran. – ¿Acaso ella no sabe que los teléfonos son para comunicarse?

— ¿Y por qué no me avisaste?

— Lo olvide. – La fulmino con la mirada y decido no decir nada más luego me giro y miro mi móvil.

Cuando el padre de Loandra pasa por nosotras yo solo me dispongo a mirar por la ventana del auto. Al llegar a casa me encierro en mi habitación y caigo en un profundo sueño.