11| Centro Comercial

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Cuando nos adentramos al Centro Comercial, pude notar que estaba completamente lleno. Quizás aquí pueda conseguir novio.

Por Dios Abi, vinimos de compras. No a buscar citas con algún extraño.

¡Cállate conciencia!

Alejo de mi mente mis absurdos pensamientos y me adentro a una tienda. Comienzo a buscar algún vestido que me llame la atención, pero no logro conseguir nada. Visualizo a Gabi y a mi madre ya con algunos vestidos en las manos, se dirigen hacia el área de los probadores.

— ¿Ya has encontrado alguna cosa? – Dice Loandra acercándose a mí.

— Aquí nada, ¿y allá?

— Nada de nada. – Ambas hacemos puchero y salimos de la tienda.

— ¿Qué tal si dejamos a mama y a Gabi solas por un rato? – Subo y bajo mis cejas con expresión  divertida.

— ¡Me parece magnifico!

El resto del día nos la pasamos entrando a todas las tiendas y dejando desastres, incluso Loandra se puso a bailar en una de ellas, mientras llamaban a seguridad por el interphone.

Ahora nos encontramos en el área de comida, esperando para hacer nuestra próxima travesura. ¿Quién será nuestra próxima víctima? Ta-Ta-Ta-Tannn, si un chico que está sentado en una mesa del centro con un abrigo gris y la capucha del abrigo puesta.

— Muy bien Loandra, repasemos el plan.

— Voy y lo distraigo, mientras que tú serás la ninja que tendrá que acercarse a él sin que se dé cuenta y derramarle el balde de agua fría y con hielo, acompañada de colorante rojo.

— Exacto, así que manos a la obra.

Me encuentro escondida detrás de unos arbustos artificiales que tienen como parte de la decoración. Observando como mi mejor amiga habla con el chico encapuchado. Si, así nombramos a nuestra víctima de hoy. Estoy esperando la señal de Loandra, la cual me deja saber que ya le saco conversación. Pero no, no la ha hecho y lleva un rato ya conversando con el chico encapuchado. Así que decido acercarme hacia la víctima.  Cuando estoy a punto de derramarle el balde, noto la cara de horror de Loandra. En ese instante el chico voltea y rápidamente lo reconozco.

— Así que haciendo bromas pesadas señorita. ¿Acaso no está algo grandecita para estas cosas?

— ¿Jeremy?

— No, soy el fantasma del Centro Comercial. Pues claro que soy yo, no creo que tenga un hermano gemelo perdido. – Veo en su rostro algo de diversión.

— ¿Qué haces aquí? – Pregunto algo cortante.

— ¿Qué hacen ustedes aquí? – Alza una ceja y se levanta, toma el balde de agua. – ¿Y con un balde de agua roja? – Veo que esta confundió por su expresión, pero no pienso explicarle nada.

— Desde que tengo uso de razón, no se contesta una pregunta con otra pregunta. – Esta vez soy lo más perra y cortante posible, no sé por qué.

Si sabes por qué, te moletas que te haya cambiado por Elefantina.

Claro que no.

Claro que sí, soy tu conciencia y se lo que sientes.

Agggg

El resto de la tarde Loandra se dedicó a explicarle a Jeremy como es que terminamos en Florida. Sin embargo él nunca nos dio una explicación de que hacia allí. Pero no importa al fin y al cabo dudo mucho que lo vuelva a ver.

Ahora me encuentro dentro de una tienda, buscando un vestido para la cena. Creo que ya nos divertimos mucho y ya es tiempo de hacer lo que vinimos hacer. Mama a elegido dos vestidos para mí, siendo franca ninguno me gusta. Quiero algo sencillo pero bonito.

— ¿Qué te parece este Abi?

Loandre me muestra un vestido color rosa claro, tiene un encaje de piedras del mismo color que el traje en el área de la cintura y un leve escote que forma un ovalo en el área del pecho. Es suelto, largo y sobre todo se ve muy cómodo. Damas y caballeros hemos encontrado el vestido perfecto.

— ¡Es perfecto!

¿Suerte, Casualidad o Destino? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora