Al llegar a mi casa me encuentro con mi madre sentada en la sala, ¿acaso está esperándome? Por Dios apenas son las 7:30. Digo sé que mañana hay que ir a la cárcel pero vamos. ¿Qué padre o madre en su sano juicio espera a su hija sentada en el sofá de la sala como si estuviera completamente poseída? Sin olvidarnos que todas las luces de la casa están apagadas. Voy camino a la escalera cuando las luces se prenden de golpe. Ta, ta, ta, tannn. Mi madre si me estaba esperando.
— Hasta que te dignas en llegar. – Me dice con frialdad.
— Eh, hola – La saludo con mi mano y le sonrió algo nerviosa. — Y adiós – Me giro para subir rápido las escaleras, pero la voz de mi madre me interrumpe.
— ¿Dónde estuviste toda la tarde?
— Fui por un helado con Loandra y unos amigos. – Digo sin girarme.
— Mírame cuando te hablo señorita. – Di media vuelta para quedar en su dirección. ¿En qué momento mi madre se había parado y dirigido hasta las escaleras?
— Tengo una madre ninja. – ¿Lo dije o lo pensé?
— ¿Qué has dicho? – Creo que lo dije.
— Que me pica una nalguita.
— Volviendo al tema, la próxima vez que salgas de esta casa sin consultarme te quedaras sin helado para toda la vida, sin celular y sin internet.
— Te desconozco madre, ¿quien te dio la idea?
— Gabi, ahora a dormir señorita.
Hago lo que mi madre me ordena sin ninguna queja, no sin antes tomar una ducha. Tomo mi móvil y lo coloco encima de la cama, abro mi gaveta y tomo la primera pijama que encuentro, luego me dirijo al baño.
Me acuesto sobre mi cama y cierro los ojos pensando en las palabras de Jeremy. Él dijo que soy hermosa, aun no lo creo. Mi móvil comienza a sonar sacándome por completo de mis pensamientos. Miro la pantalla y veo que es Loandra llamando por FaceTime. Contesto y coloco el celular entre las almohadas para no tener que sostenerlo, me da flojera. Me viro boca abajo.
— ¿Qué haces?
— ¿Acaso no ves que estoy acostada? – Ruedo mis ojos.
— Perdón señorita mal humorada. ¿Qué hacías entonces?
— Yo este, aja no estaba haciendo nada.
— No me mientas sé cuándo mientes abi. –Veo como cruza sus brazos.
— Estaba pensando.
— ¿En qué?
— Pues en la vida, en lo mucho que extraño a mi padre y también en pajaritos.
— ¿Pajaritos? – Hace una pausa procesando la información. — Espera, estabas pensando en Jeremy.
— ¿Qué? Claro que no. – Digo intentando no sonreír.
— Te conozco más de lo que te imaginas Abigail y se perfectamente que estabas pensando en el.
— Para que digo que no sí, sí.
— A abi le gusta a Jeremy, a abi le gusta a Jeremy. – Veo como mi amiga hace una pequeña danza con sus manos.
— Claro que no. Bueno la verdad es que no sé, digo él es hermosos, su cabello es perfecto, su sonrisa ni se diga, él es todo un galán de esos de novelas. Aparte de guapo es súper tierno e inteligente.
— Y luego dice que no le gusta. – Comienza a reírse y yo solo me quedo pensando.
— Nos vemos mañana Loandra. – Cuelgo antes de que comience a protestar.
Pongo mi móvil a cargar y lo coloco en la mesita de noche. Me acuesto en mi cama y nuevamente me sumerjo en mis pensamientos. Lo único que tengo en mi cabeza es a Jeremy, eso no es normal. Tal vez si me guste.
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¿Suerte, Casualidad o Destino?
Fiksi RemajaMe llamo Abigail Contreras, soy una chica normal como cualquier otra. Pero lo que me diferencia de las demás, es que la vida me ha preparado una sorpresa. ¿Seré capaz de aceptar? ¿Seré capaz de descubrir si todo lo que me sucedió fue por suerte, cas...