08| Eres el amor de mi vida.

44 4 0
                                    

Me levanto con el timbre de mi móvil, lo cojo de la mesa de noche y miro la pantalla. Es un mensaje de Jeremy.

Jeremy- Ya no soy el señor ignorado, ahora soy el señor rechazado. 😪

Abi- ¿A qué te refieres? 🤔

Jeremy- Pues es obvio, a lo de ayer. 😒

Abi- Solo a ti se te ocurre decirme algo así después de que me dejaste muy claro que solo somos amigos. 😑

Jeremy- Sabes que, olvida lo que dije no pasa nada.

Abi- ¿Quién te entiende? 🤦🏽‍♀️

Una hora después y yo sigo aquí esperando a que Jeremy me responda. ¿Y si se enojó conmigo? No lo creo, al final yo no dije nada malo, ¿O sí?

Mejor salgo al centro comercial o algo, estar aquí me da flojera. Me doy una ducha rápida y me coloco lo primero que encuentro. Unos short y una camisilla color blanca. Tomo mis sandalias del mismo color y salgo de mi habitación.

Al bajar me encuentro con Gabriela sentada en la sala viendo televisión como siempre. Esta niña debe de alejarse de ese televisor, aunque sea por una vez en su vida. ¿Y si la invito al centro comercial? Sería buena idea, es domingo y de seguro Loandra está paseando con sus padres o algo así.

— Gabi, ¿quieres ir al centro comercial?

— ¿A qué? – Dice sin mirarme, ¿será bruta o qué?

— A admirar la belleza que se centra en el centro comercial. Me explico, vamos a recorrer los pasillos alegres que allí habitan, inundados de muchas cosas materiales que son fundamentales para el ser humano. ¿Quién sabe? Tal vez encuentres al amor verdadero en aquellos pasillos que nunca están solitarios, aquellos pasillos de la felicidad. – Hago el drama de mi vida.

— ¿Acaso ahora eres Abigail Coelho?

— Eh, ¿quién sabe mi Reina? Posiblemente escriba un libro, algún día.

— El día que tu escribas un libro, yo seré la presidenta de Estados Unidos. – Ambas nos reímos al unisonio. – ¿Quién nos llevara?

— ¿Pues quien crees chulita? Beyonce en persona. – Notó su cara de emoción – Es una broma vamos caminando.

— Ya que, ni que estuviera tan lejos. – Dice haciendo puchero.

Cuando llegamos al centro ambas vamos directamente al área de la comida. Ambas decidimos comer pizza.

— Bueno como yo soy la mayor y tú me tienes que obedecer, ve tú y compra las pizzas y yo te espero sentada en la mesa. ¿De acuerdo? – Miró como hace una mueca de desagrado, pero al finar acepta. – La mía de bacon por favor.

Voy hasta el área de las mesas y tomo una con vista a la pizzería. De pronto veo alguien que toma accidento delante de mí.

— ¿Acaso me estas siguiendo? – Veo como a Jeremy le divierte mi expresión.

— No, estoy aquí con unos amigos. – Señala la mesa de atrás.

— Que bien. – Esto es incómodo - ¿Por qué no me contéstate el mensaje de horita?

— ¿Cuál mensaje? – Ahora resulta que tiene mimes en el cerebro.

— Ninguno, olvídalo. – Un incómodo silencio se interpuso entre nosotros. Y solo nos mirábamos fijamente. ¿Acaso no se piensa ir? – Eres el amor de mi vida.

— ¿Quién yo? – Se señala así mismo con una gran sonrisa en el rostro.

— No tarado, la pizza de bacon. – Hago una señal hacia Gabi quien se encuentra detrás de él.

— Oh, mejor me voy. – Notó su tono cortante hacia mí. Y veo como se aleja a pasos agigantados.

— ¿Ahora yo que hice?

¿Suerte, Casualidad o Destino? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora