Break Through The Silence. #FV2 |Cancelada|

17. Dinner with family Garritsen.

—No Mathias, basta. — exclamó Rose al borde de las lágrimas.

Mathias se encontraba arriba del cuerpo de Rose y le hacía cosquillas a la neoyorquina sin parar. 

—Voy a llorar. — susurro con una sonrisa en su rostro.

Mathias se detuvo y la miro.

—No quiero que llores preciosa. — dijo mirando sus ojos.

Rose sonrió, en tan sólo dos meses que llevaban conociéndose Mathias había cambiado por completo su vida.

El de ojos azules se acerco a la chica y miro sus labios, Mathias estaba deseoso de probar esos labios. Poco a poco Mathias rompió toda distancia entre ellos.
Los dos jóvenes se encontraban en el nuevo hogar de Rose, un apartamento. No era como el apartamento en el que Mathias vivía, pero era acogedor. Este lo compro con su primer sueldo como modelo y ella estaba muy orgullosa de si misma.

—Te quiero. — susurro Rose cuando los dos se separaron.

Mathias sonrió.

—Yo igual nena. — dijo y luego beso nuevamente los labios de la chica de cabellos rubios.

Los dos pasaron la tarde entre risas y juegos. Mathias se había ofrecido a ayudar a Rose con su mudanza y esta aunque se negó al principio accedió al final.  Mathias podía llegar a ser muy insistente y de eso no cabía duda.

—Oye Rose.. — dijo Mathias mirando una foto que se encontraba en la chimenea de la sala. —¿Por qué te llevas mal con tu madre? — pregunto.

Rose que se encontraba desempacando unas declaraciones lo miro. Ella no quería hablar de ello, pero le tenía suficiente confianza a Mathias para decirle algo tan privado y íntimo como su pelea constante con su madre.

—Verás.. — comenzó diciendo mientras los dos se sentaban en un mueble. — Nunca he tenido buena relación con mi madre porque ella nunca me quiso. Desde que supo que estaba embarazada de mi me rechazo. 

Unas cuantas lágrimas comenzaron a correr por el rostro de la ojiazul corriendo así su maquillaje.

—Desde siempre he sido un error para ella, su marido y sus hijas. Ella tiene dos hijas con su marido y yo fui producto de una infidelidad. — hablo y las lágrimas ya eran incontrolables.

Mathias le dio un fuerte abrazo, dándole a entender de que él si la quería. Rose comenzó a llorar más fuerte.

—Shh...No debí de preguntar. Perdona. — hablo el alemán acariciando el cabello de Rose. 

—No, digo. Tengo que superarlo. — dijo ella secando sus lágrimas y mirando al rubio.

—En fin, no la quiero y tampoco quiero a su estúpido marido ni a sus perfectas hijas. Estos bien así. — hablo.

Mathias acarició su mejilla.

«Si tan sólo hubiera tenido unos padres como los míos»  pensó. 

—Bueno, basta de llorar pequeña. — dijo pasando su pulgar derecho por las mejillas de la rubia secando sus lágrimas. — Mi madre y mi hermana están locas por conocerte. 

Rose se levantó y lo miro seriamente.

—¿Enserio? — pregunto.

—Si. — respondió el rubio. — Iremos a cenar con ellos, con toda mi familia más bien.