Capítulo III

13 4 0
                                    

Caminaba por los pasillos silenciosos del lugar, me aterroriza estar sola, pero la biblioteca era tan completa que al encontrar un libro que jamás leí, me atrapó entre sus páginas.

"¿Hola?"

Mi voz salió como una súplica de miedo. Sentía que me vigilaban, el miedo se filtro en mi sangre, di pasos más largos y rápidos. Sentía que el miedo me estaba haciendo casi correr a la salida.

"Hola"

Dijo alguien delante de mi mientras veía que no hubiese nadie atrás.
No pude frenar mi carrera así que choque contra la persona que me hablo.

Ahora a parte de miedo, dolor era lo que sentía.

"¿Estas bien?"
"¿Porqué siempre hacen esa boba pregunta?"
"¿Quienes?"
"Todos. ¿Sabías que cuando alguien cae obviamente no esta bien?"
"¿Te llevó a la enfermería?"

Este chico me estaba cansando.

"¿Tu crees que tengo pinta de niña indefensa y débil?"

Me paré del suelo por mi misma, revise el lugar de donde venía el dolor y sólo eran raspones. Perfecto un Jean más que no podía utilizar por mi torpeza.

"La verdad no"
"¿Qué?"
"No pareces el tipo de niña de este tipo de colegio"
"¿Gracias?"

Mi ironia no se dejó esperar, lo mire con algo de resentimiento. Levante el libro, le di un asentimiento de cabeza a modo de despedida y empecé a caminar nuevamente.

"¿Entoces eres becada?"
"¿Entonces me seguirás?"

Caminaba junto a mi con una sonrisa. Muy seguro de si mismo.

"No soy becada"

Dije simplemente algo me decía que era el típico chico que quiere respuestas a todo lo que piensa.

"¿Entonces?"
"Soy tan común y corriente como todos aquí"
"Eso no es cierto Tiane"

Esa voz ya la había escuchado antes, nunca me dio miedo. Pero una paz inexplicable se instalaba en mi corazón.

"¿Escuchaste eso?"

Di vueltas y vueltas buscando la razón de la voz. Juro que hasta encontrar algún aparato que estuviera reproduciendo esa voz me haría feliz, pero nada. ¿Quién era dueño de esa voz?

"¿Estás loca?"

Mi atención volvió al chico, el tenía razón. Sólo los locos escuchan voces que los demás no. Retome mi camino. Apresure mis pasos. Necesita dormir, hacer los deberes y. . . Contarle a alguien lo que me pasa. ¿Rich donde estas?

"Si quieres puedo llevarte a tu casa"
"No gracias tu hermana me odia"
"No es por eso"

Esa respuesta por su puesto no la esperaba asi que detuve mi caminar.

"¿Porqué más me odiaria alguien que no me conoce?"
"Me refería a que ella no te odia"

Su sonrisa era una de nervios. Este chico algo ocultaba, hice una mueca, comunicándole con mi mirada que no le creía.
Pero bueno ahora era el mínimo de mis problemas que alguien me odie. Alce los hombros en rendición y mire hacia adelante. Pocos pasos más y llegaría a la salida. ¡Por fin libre!

"¡Ian por fin te encuentro!"

La chica plástica que más me odia sin razón aparente número uno, era lo último que esperaba encontrarme. Corrió a su hermano y lo abrazo ¿Eran hermanos de sangre? Por que si lo eran, esa escena la quería fuera de mis recuerdos.

Nuestro Hilo No Puede RomperseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora