Tenía los párpados pesados, sentía que no podía mover el cuerpo, aún peor no sentía nada.Si estaba acostada, parada o sentada no lo sabía.
Asi que empecé a querer abrir los ojos, por entre mis pestañas se filtró una débil luz. Apreté los ojos con dolor.
De repente sentí mi propia mano en la cara, frote impaciente mis ojos para que se abrieran.La luz venía de una ventana mediana, también podía ver una puerta y las paredes de un blanco muy puro.
Moví la cabeza, pero una punzada me llevó a soltar un quejido y detener el.movimiento.
"Por fin"
Escuché la voz y trate de no moverme, el dolor seguía allí y era insoportable.
"¿Estas bien?"
Parpadee un par de veces hasta acostumbrarme a la luz.
Mire sus ojos y le di una media sonrisa."Por supuesto estoy bien ¿Donde estoy?
Pregunté desorientada, mi hermanito se quedó callado y bajo la cabeza.
"Traeré al doctor"
Salió de la habitación casi huyendo.
Volvió con un hombre ya de edad con los cabellos casi blancos la mirada de preocupación y unos lentes tan gruesos como el fondo de una botella."¿Puedes hablar?"
"Si"
"Bien, joven podría salir"
"No. ¿El. . . podría quedarse?"El doctor me miró de manera sospechosa, sonrió y asintió. Revisó unos papeles, unos minutos de silencio más y creería estar muerta.
"Bien según esto, sólo fue un desmayo ¿Hace cuanto te pasan?"
"Es la primera vez"
"Bien la siguiente vez, que esperemos no pase, debes venir directamente a mi. Por ahora irás a casa y ningún esfuerzo o preocupación. Debes cuidarte unos días"Salir de un hospital fue interesante, las enfermeras te sonríen y te dan tus cosas muy amables. Llegas a recepción y la señora de 100 años te mira mal.
"¿Qué paso realmente?"
"¿Eh?"Nos detuvimos junto a un poste, me miro a los ojos esperando una respuesta. Pero ¿respuesta a que?
"Lo que debería preguntar yo es: ¿Por que estaba ahí? Me asuste mucho sabes. ¿Me caí? No recuerdo nada, sólo que salimos de casa."
Mi camino comenzó con la luz verde, subí al auto como siempre lance la maleta al asiento de atrás. Me puse el cinturón, agarre mis rodillas y apoye mi mentón en estas. Desde pequeña había sido mi manera de no desmoronarme. De mantener mis ideas y mis sentimientos juntos. La manera de no romperme.
"Dime que no hablas en serio"
Mire a los ojos preocupados del chico junto a mi. Rich había cambiado su manera de verme hace algunos días. Ahora tenía más confianza en el, sólo con mirar sus ojos.
"Hablas en serio, demonios no se que pasó. Estabas junto a mi. Te quedaste como una estatua. Después estabas mucho más pálida, tu sangre empezó a brotar de tu nariz como si te hubieran golpeado. Vi tus ojos parecias haberte ido. Entonces te abrace, te desvaneciste en mis brazos y asi llegamos al hospital"
El había hablado muy rápido, sin embargo entendí cada palabra. Me desmaye, sangre. Di la vuelta mi cabeza para verle, pero en vez de eso mis ojos se enfocaron en la mancha de sangre que tenía en la ropa. El pareció notar mi mirada y giro a ver el mismo lugar. Sujeto los bordes, se sacó el uniforme y se quedó en la camisa blanca. Quito también su corbata y lanzó todo a la parte de atrás.
La camisa también tenía sangre.
Volví a la posición fetal que tenía hacia unos segundos y cerré los ojos. No dormía sólo queria olvidar. O quizás, recordar."No me necesitas aceptalo"
"No lo aceptaré"
"Entonces pídele que se vaya"
"No. . ."
"Perfecto, la que se va, soy yo"Agarré las maletas que tenía ya en la puerta. Ya no seré un estorbo, mi mente repetía una y otra vez. Salir a la calle no fue un mayor problema.
"Que bueno que te vas"
La pelirroja estaba junto a las escaleras de la puerta principal.
"Te aseguró me divertire"
"Claro que si te divertiras. Es algo obvio"Subí al carruaje con las pocas cosas que llevaba.
"Oye, ya llegamos. Despierta"
"Disculpa"Baje del coche, esto no podía seguir asi. Tenía sueños de personas que jamás conocí. Veía cosas, algo realmente malo estaba pasando y ya no lo soportaba.
"Descansa"
"Podrías. . . Quedarte conmigo. ¿Por favor?"
"Seguro me quedaré hasta que duermas"Me acosté en mi cama, eran algo tarde más de las 4 seguramente. Rich cerró las cortinas y todo quedó a semi oscuras. Llegó junto a mi y se quedó en la punta de la cama sentado. Apoyo su espalda en las almohadas. No quería incomodarme y lo entendía. Pero, el miedo y las dudas me hacían querer tener a alguien cerca. Mi miedo era más grande que todas las máscaras de seguridad que había creado.
Me acerqué lentamente y apoye mi cabeza en su abdomen, su brazo paso por mis hombros.
"Duerme, estaré aquí lo juro"
Y con esa promesa mis ojos se cerraron, no entendía por que estaba tan cansada. Tampoco por que sentía el miedo recorrer mis venas.
"¿No puedes seguir asi verdad?"
Esa voz otra vez pero esta vez no era sólo eso. Era algún tipo de malicia en su tono.
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Nuestro Hilo No Puede Romperse
Teen FictionTeniendo el destino escrito. Nunca quise seguirlo, aun asi, aqui estaba, siguiendo cada paso de lo ya ocurrido.