Capítulo VII

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Algunos días más tarde estaba caminando hacia la salida del colegio, Rich tenía una práctica importante de... lo olvide. En fin, gracias a eso tenía que ir a casa solá.

Pero esta vez recordé que tenía la dirección anotada en el teléfono. Soy una simple genia.

Después de esperar unos minutos al supuesto taxi, decidí caminar, es decir tampoco estaba inválida y estaba acostumbrada a hacerlo. Exepto claro que nunca caminaba sola. ¿Porqué?  No tengo la menor idea.

Desde que mi memoria funciona, recuerdo siempre tener a alguien cerca. Claro que no tengo muy buena memoria sólo recuerdo cosas después de los 6 y un poco más. Ay lapsos de tiempo en los que no recuerdo nada.
Absolutamente nada.

Cómo, el cómo mis padres desaparecieron o me dejaron o murieron.

Quisiera saberlo pero no.

Llegue, a tres cuadras más estaba la casa. Sonreí, por no haberme extraviado en mi intento de ser independiente. Bueno pronto lo sería. Pero, nunca estuve acostumbrada.

Seguí un poco más, la sed estaba provocándome más cansancio. Asi que compre una botella de agua. Total tenía el dinero del taxi.

Seguí unos pasos más, alguien chocó contra mi, haciendo por supuesto que derramara el agua en mi blusa.
Por en mi pantalón de la parte superior también estaba mojado.

"Yo... lo siento tanto."
"Si. Lo sé. Ian"
"Oye, no me odies"
"No lo hago. Ahora con permiso"

Lo empuje ligeramente con mi hombro al pasar por su lado.
Di la vuelta inmediatamente a verlo, no estaba tan impresionado como yo pero se veía duda en sus ojos.

"¿SenSentiste eso?"
"Si"
"¿Qué fue?"
"No lo sé."
"Es extraño. Yo debo irme"

Y salí corriendo ¿Porqué? Que tal si le preguntan a mis piernas. Por que yo no tenía idea.

Llegue a casa y subí de prisa a mi habitación. Me lancé a la cama y puse mi cara en la almohada mientras la abrazaba. Ahora estar mojada era mi último problema.

¿Qué fue eso?

Se sentía como si. Debía quedarme allí. Junto a él, como si algo muy fuerte me jalara o me amarrara para quedarme allí. Pero al separarme, sentía un vacío enorme, como si me hubieran quitado un órgano y esperado a que viviera sin ello.
Lance un grito ahogandolo con la almohada.
Metí mi humanidad a la ducha, esperando por supuesto que la tensión se fuera y quedar tranquila. Yo ya no era una niña, y todos los cuentos no eran reales. Lo entendí mientras crecí, no era algo nuevo y yo debía evitar todo tipo de confusión.

Otra vez tenía la hora sobre mi, los minutos pasaban rápido cuando leía ¿Porqué?
A pesar de prometer no seguir con los cuentos los seguía leyendo, no eran nada malo. Sólo no debía pensar de más.

Aquel ruido característico se escuchó en mi ventana, sonreí y encendí la lámpara junto a mi cama. Apagando la linterna que tenía conmigo bajo las mantas.

"Sigue así, te quedarás ciega."
"Es con un propósito, asi que no me molesta. Rich."
"Traje gomitas ¿Las quieres?"

Salté de mi cama a terminar de abrir la ventana, tome las gomitas y lo deje afuera.

"Oh, gracias también te quiero."

Esas palabras hicieron eco en mi cabeza. Alguien ya me las dijo. Pero, ¿Quién?

"Cedric"

Dije en voz baja, el me había dicho eso. Ahora estaba segura, era YO. Alessia, era YO.

¿Pero como? Según mis sueños eran personas de hace años. Llevaban ropas muy antiguas. Las casas aún tenían velas. Por Dios, ¿Qué me estaba pasando?

"Tiane, me estás asustando..."

Me abracé a Rich, lo sé era extraño. Pero necesitaba ayuda del presente para no sucumbir al pasado. ¿Cómo es posible que esto pasé?

"Sabes que es real. Por fin recordaste..."
"¿Dijsite algo, Rich?"
"No..."

Me separó de el y me miro extraño. Volvió a abrazarme y me hizo una señal para que camine.
Volvió a echarse conmigo como dormiamos desde mi accidente en la ducha.
No quería dejarme sola y se lo agradecía.

Puse mi cabeza en su hombro y empecé a dibujar círculos inconcientemente en su brazo contrario.

"Detente... estoy haciendo un esfuerzo enorme por no reír."

Me reí de el y meti una gomita a su boca, le pegue el brazo mientras escuchaba su burla por el golpe.

Me adentre a mis sueños, cada sueño revelaba el cómo había sido mi vida.

Mi padre, no se parecía a ningún recuerdo mío. Pero desprendía seguridad y tranquilidad para mi.
Mi madre era muy hermosa, tenía el cabello rubio y era muy amorosa.

¿Dónde estas madre?

Rich ya se había ido, los rayos de luz entraban por la ventana.

De repente desperté arriba de la baranda del balcón, a un paso de lanzar mi cuerpo al vacío.

"¡Tiane! ¡Maldita sea! ¡¿qué haces ahí?!"

Gire mi cabeza y sólo le sonreí, y sentí el aire. Tomó mi mano antes de dejar que cayera.

"¡Tiane!"

Escuchaba su voz como un susurro, algo lejano. No sentía miedo al contrario un gran alivio me recorría por las venas.

"¡No te sueltes, Tiane!"

De pronto la cara de Rich cambio, por la de Ian. Lo mire a los ojos y el lloraba, tenía los ojos inundados en lágrimas. Y yo sólo estaba allí, como si estuviera parada en el piso. No me sentía caer.

"¡Lo lamento! ¡no te sueltes!"

Salió una lágrima de mi ojo izquierdo y me soltó.

Sentí el aire pasar libre por entre mis brazos y piernas entonces... desperté.

Nuestro Hilo No Puede RomperseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora