CARTAS A UN EX.

CARTA 15

Querido Adrián:

Es jueves por la noche y vengo de pasármela realmente bien con unos amigos que acabo de hacer los cuales ya te mencioné, ya casi es viernes y quizá mañana salga a hacer lo mismo, estoy un poco cargada de alcohol y no sé de qué mierda más porque no sé qué es lo que bebí, seguro solo alcohol, en toda la noche no te recordé y eso me hacía sentir realmente bien Adrián, se me olvido de pronto que te extrañaba y que necesitaba volver a tenerte, así que solo baile y baile hasta caer muerta en un sofá de una casa extraña y de pronto no supe en donde me encontraba, y comencé a llorar, uno de los chicos (César, para ser clara el tipo que me llevo hasta el hotel) se acercó a mí y no pregunto sobre nada lo cual le agradezco, solo me abrazó, mientras yo sollozaba en su hombro todas mis penas, y a mis penas me refiero a ti, te odie en ese momento por haber arruinado tan bonita fiesta que estaba pasando, pero la cosa no terminó ahí, fuimos hasta el baño para poder limpiar mi cara de tanta tristeza, cuando salí, él estaba ahí esperándome con una sonrisa enorme, me tomo de la mano, lo cual no me negué, y salimos fuera de la casa, me dijo que eran una chica bastante linda para estar llorando en casas ajenas, de inmediato supo que lloraba por un hombre, pero no profundizamos en el tema no te preocupes, creo que ambos estábamos demasiado ebrios, o lo estamos, cuando tomo mi mano tuve una sensación extraña, como si mi cuerpo reaccionara de una manera mala, quizá porque estaba acostumbrada a tus manos , un tanto grandes y con fuerza, en cambio las de él son delgadas y demasiado frágiles, es extraño que aún siga recordándote a cada momento, y que me lamente tanto de lo que sucedió, pero de camino a casa mientras mis manos seguían en las suyas, pensé en que ya no te necesitaba lo cual es bastante absurdo porque joder, ahora no puedo parar de pensarte, me dan ganas de mandarte todas las cartas para que sepas que es lo que he estado pensando a lo largo de las semanas que llevo escribiéndote, pero me aterra la idea también, no quiero tu rechazo, me dolería hasta el alma, así que solo me limito a escribir y a escribir sin saber si algún día estas letras puedan llegar a ti.

En fin, le gusto Adrián, y creo que él me gusta también, o no sé si solo estamos ahí para olvidarnos de nuestras soledades, y si es así creo que está bien, finalmente en unas semanas me iré de aquí y lo que haya quedado no tendrá en absoluta importancia después, porque sé que cuando regrese todo será igual, la escuela, tú, todo será de nuevo igual, volveré a encerrarme horas en la biblioteca solo para tratar de tapar las heridas que tengo, así que si por alguna razón extraña y muy poco probable tu estuvieses escribiéndome una carta después de una fiesta, ebrio, con el corazón roto, no te preocupes cariño, que todo regresara a la normalidad.

Con cariño, Mara.