CAPITULO 5 CHEZ PARIS

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Llegando a la casa de huéspedes, Helga subió rápidamente, a veces sentía que era como su hogar un hogar verdadero y los abuelos de Arnold le dijeron que así se debía sentir porque siempre sería bienvenida tal vez se lo tomo muy enserio, jejejeje bueno fue directo al teléfono.

-Phoebs!?
-Vaya Helga hasta que te acuerdas de mi- Phoebe parecía resentida llevaban meses sin dirigirse mucho la palabra

-Perdóname Phoebs, no seas dramática bien que has disfruto al cabeza de cepillo- Era verdad.
-Phoebe tengo una cita con mantecado, y no sé qué hacer estoy muy....asustada...-realmente sonaba aterrada
-Vaya Helga eso es genial por fin se te hará con mantecado, jajaja- no lo pudo aguantar escuchar a su amiga tan nerviosa era súper divertido la que siempre se comportaba fuerte ahora tenía miedo por un simple niño y cita.
-Vaya amiga, sabes mejor te dejo no sé porque te marque....yo....
-Helga espera perdóname si, por favor no te enojes conmigo, dime en que quieres que te ayude?

-Bien Phoebs ahora que lo mencionas solo quiero una cosa, que me vigiles a mí y a mantecado para que Lila no lo eche a perder o el estúpido de Alan, por favor si es necesario lleva al cabeza de cepillo de seguro mantecado le está diciendo ahorita, porque me dijo que volvía en un rato y salió disparado hacia la casa de Geraldo.
-Muy bien Helga te ayudare
-Muy bien Phoebs, oye por cierto esta conversación nunca paso
-Olvidando
Después Helga se fue a la habitación de Arnold saco de su mochila una hoja y le escribió una nota.

Arnold:
Quiero que vayamos al Chez Paris pero quiero ir a mi casa a cambiarme de ropa ya que aquí no tengo nada que me agrade, así que espero no te moleste que sea yo la que elija el lugar, te esperare a las 7 en mi casa para irnos juntos.

PD. Perdón cabeza de balón pero tomare tu chocolate que la abuela te dejo en tu escritorio, muero de hambre y yo ya me comí el mío así que comeré el tuyo jajajaja

Atentamente
Helga Geraldine Pataki

Salió de la habitación con el chocolate y se fue directamente a casa a ponerse algo especial para la ocasión.

Mientras tanto en el pórtico estaba llegando un chico rubio y un chico con peinado afroamericano, este parecía aun confuso.

-Viejo aun no puedo entenderlo, Helga G. Pataki, te gus....te gu....-le daba repulsión decirlo porque no lo creía
-Si Gerald me gusta y es más que un simple me gusta en realidad yo pienso que la amo- ya no le daba tanta vergüenza decirlo
-Calla arnie eso no puede ser cierto debo estar soñando.

-No Gerald si te lo dije es por lo que ya te mencione voy a salir con ella en un rato pero tengo miedo de que alguien interrumpa nuestra cita por eso te pido que por favor me ayudes a evitar ciertas interrupciones
-Está bien viejo pero espero poder evitar que te maten cuando se lo digas
-De acuerdo aunque no creo que sea necesario, cielos ya son las 6 y cuarto será mejor que entre, por favor Gerald que ella no te vea o pensara lo peor.
-De acuerdo Hermano será como ser espía nuevamente
-Bien lo que digas Gerald
Entro a la casa y busco a Helga subió a su habitación y no estaba encontró la nota en su escritorio, que decía que la rubia lo esperaría en su casa a las 7, ya son 6:20, debo apresurarme pensó, y leyó lo último.
-Jajaja que graciosa Helga, después me cobrare ese chocolate, mmmm veamos si esto me pondré.

Ya eran 10 para las 7 en casa de los patakis, Helga observaba su apariencia, decidió que ya no quería ocultarse mucho y le daría pistas a arnold para que descubriera todo de ella, así que se puso un vestido largo de color rosa con rayas rosas fuertes pegado a su cuerpo y de manga larga que le cubría sus hombros, su cabello primero lo pondría con la diadema pero decidió ponerlo de manera que en algún momento de la noche su cabello cayera ocultándole un ojo, por lo mientras lo paso detrás de su oreja.

LA BÚSQUEDA DE SAN LORENZO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora