day five

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'Cause the fame and the money, and the girls will drive you crazy.

Justin escribió ese pedazo en su libreta, había estado un poco inspirado después de una larga charla con Lyss ayer. Quizá esa melodía que toco antes de cantar Fall, ya tendría lyric.

No tenía la fuente de inspiración completa para empezarla, pero esperaba encontrarla. Sinceramente, sentía que sería una gran canción. Y si la termina, estaría en Believe Acoustic, definitivamente.

-Justin, vamos, es hora de cenar,-dijo Lyss, con una sonrisilla en el rostro. Le alegra llevarse más con Justin.

Justin volteó a verla. Inconsientemente sonrió. Hoy la había visto más bonita de lo normal, o quizá solo esta alucinando. Se levantó de la cama y camino hacia ella, que se encuentra recargada en el marco de la puerta, con sus piernas y brazos cruzados.

-¿Qué toca hoy?-preguntó, después de cerrar la puerta detrás de él.

-La verdad, es que hoy cenaremos con Betty y...-lo miró como si estuvieran a punto de cometer una travesura,-y cuando eso sucede,¡me prepara lo que desee! Así que hoy podrás cenar lo que se te antoje.

Lyss dio un pequeño brinco y soltó un chillido. Siempre le emocionaba cuando Betty preparaba algo especialmente para ella porque ¡cocina delicioso!
Al llegar a la cocina, se sentó el la isleta y Justin en un banco, a un lado de ella.
Una señora de mediana edad, esbelta y chaparrita, salió del armario donde se guarda la comida; esta, al mirar a Justin, se acercó a él con una sonrisa.

-Mucho gusto, yo soy Betty Stwart, abuela de una gran fan tuya,-dijo en tono maternal,colocó su mano sobre el hombro del chico y este se sorprendió,-a pesar de todo, ella sigue pensando que eres el mejor.

A Justin un nudo se le formo en la garganta, aguando sus ojos; solo pudo asentir y colocar su mano sobre la de la señora y apretarla. Se siente tan bien en este lugar.
Y también le da tanto gusto por fin haber conocido a la gran cocinera de Live Better.

-Y entonces, chicos...-los miró con una ceja alzada,-¿qué querran que les preparé?

Justin y Lyss se miraron. Lyss por un lado quiere tacos de pollo y Justin, una pizza. Es un dilema del cual venían debatiendo en el camino.

-¡Sorprendenos!

Dijo Lyss, riéndose. Justin hizo lo mismo y colocó su mano sobre el muslo de la chica, apretandoselo, indicándole que estaba de acuerdo.
Y se sorprendía de sus repentinas actitudes ya que, si Justin Bieber indicaba algo, eso se tenía que hacer. Pero aquí, su egocentrismo y malcriades, no existían.

Esperaba que después de salir, tampoco lo hicieran.

A las nueve menos cuarto, Betty ya tenía preparado fetuchinni alfredo con camarones y patatas a la mantequilla.

Lyss y Justin comenzaron a degustar de la comida en una armoniosa platica junto con Betty, elogiandola sobre la comida.

-¡Yo también soy de Canadá! De Quebec, por eso el acento raro que trata de imitar Lyss, siempre.

Dijo Betty riendo, para después meter una papita a su boca. Justin termino su platillo, lo hizo a un lado, colocando sus codo sobre la isleta y su barbilla sobre las palmas de su mano. La sonrisa no abandona el rostro, se siente lleno de paz.

Lyss miró a Justin, aún con comida en la boca, sonrió. Es agradable verlo así, contento. Por lo poco que han platicado, él ha sufrido mucho y eso, se le hace injusto. Pero como dicen por ahí, Dios manda a la batallas a sus mejores guerreros.
Justin también miró a Lyss; sus miradas chocaron y la chica sintió verguenza porque Justin descubrió que lo miraba, así que sólo le sonrió y luego bajo la mirada.

Alrededor de las once de la noche, Lyss y Justin se encuentran dirigiendose a la puerta principal. Betty se había ido hace veinte minutos. Al llegar, se colocaron frente a frente.

-La estabamos pasando muy bien,-dijo Justin, para después hacer un puchero. Lyss rió, se ve tan tierno.

-Lo sé, pero necesitas dormir, mañana será otro gran día,-dijo, terminando con una sonrisa radiante que contagió a Justin.

Lyss era toda sonrisas, y por eso a Justin le es imposible no sentirse en tan buena vibra estando junto a ella.
Justin asintió y antes de poderlo procesar bien, sus brazos ya se encuentran sobre los hombros de la castaña; se separó al sentirla tensa, sus manos apenas y habían acariciado su espalda.

-Yo...lo siento Lyss, yo sólo...me agradas mucho,-dijo, apenado. Lyss sólo nego con la cabeza y se acercó a él, poniendo sus labios sobre la mejilla de él, dándole un ruidoso beso ahí.

Se separó de él, y luego lo miró, sus sonrisas se agrandaron. Lyss salió por la puerta, cerrandola detrás de ella. El ojimiel se quedo ahí, admirando la puerta por la cual había salido aquella chica; mordiendose el labio, se dirigió a su habitación.

Al llegar ahí, se cambió, hizo sus necesidades y luego, se acomodó en la cama, tomó su libreta y la abrió en donde había escrito esa pequeña frase. La releyo más de cinco veces, intentando buscarle más letra. Se decepcionó al no hacerlo.
La cerró y la puso bajo su almohada.

Suspiró. Ya había escrito suficientes canciones para Selena, en serio, y escribir para ella tampoco le llegaba.

Ahora necesita una nueva fuente de inspiración, alguna nueva experiencia.

Volvió a suspirar, después de cerrar sus ojos, a los minutos, se había quedado dormido pensando en aquella chica de ojos marrón.

O tal vez, alguien.

Saving Justin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora