day thirthteen

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Al entrar a la biblioteca por unos libros de  psicología que Lyss necesita, frenó en seco cuando vio el cuadro que había pintado Justin; una sonrisa involuntaria deslumbró su rostro.
Se acerco a paso lento ahí. Al llegar paso su mano por los relieves del dibujo, acariciendo su mano y la de Justin, su unión.
Salió de su trance y fue en busca de los libros, después de encontrarlos ya se encuentra dirigiéndose a la habitación de Justin.

Había pasado dos años desde que Lyss decidió que estudiará Psicología, todavía no decide cual sera su especialidad. Pero es lo que le gusta. En unos meses tendría su exámen de ingreso y ya se empazaba a prepar. Pero estudiar con Justin no es buena idea, la distrae mucho. Le hace cosquillas, le acaricia el cabello o sólo la observa, y eso a ella la cohibe.

- Basta, no es buena idea estudiar contigo aquí,- dijo entre risas, cerró su libro y lo miró.

Justin sonrió, esa sonrisa que da cuando sabe que gano algo. A Lyss le fascina verlo sonreír, podría hacerlo todo el día y no se cansaría. Aunque eso conlleve que sus mejillas duelan.

- Nena, creo en ti y que pasaras ese exámen, eras la chica más inteligente que he conocido.

Acomodó los mechones sueltos que caen sobre la frente de Lyss, mirando detenidamente cada centimetro de su rostro, grabandose cada parte de este.

Hoy, al despertarse, su primer pensamiento fue Lyss; lo bien que lo pasan aquí, sin que nadie sepa, se acabaría cuando llegue el momento de que él se fuera de este lugar. Él no quiere que Lyss pase lo que las demás chicas pasaron, no quiere eso para ella. Sólo sería cuestión de platicarlo, informandole para que se prepare. Pero hoy no, se la están pasando tan bien que no quiere arruinar el día.

- Gracias por el cumplido pero, aún así, no evita que no me ponga nerviosa. Sino quedo, no se que haré. Es la Universidad de mis sueños,- suspiró, triste. Lo que más desea es quedar ahí, no tiene otra universidad en mente.

- Tienes que creer en ti misma, sabes que lo lograrás,- dijo Justin, dándole ánimos, con su mejor sonrisa; esa que relaja a Lyss.

Lyss yacía sobre la alfombra del cuarto del chico, mirándose con Justin, sin omitar palabras, sólo sonrisas, con eso basta para transmitir lo que sienten.

Tal vez no es amor, pero es algo parecido.

Justin tomo la iniciativa de ponerse sobre ella, a lo cual se sorprendió. Justin colocó sus manos a los costados de su rostro, con las palmas sobre la alfombra, la da cosquillas pero no lo hará notar. Lyss lo miró, nerviosa. Sabe lo que esta a punto de suceder. Tiene miedo. Miedo, que al momento de sentir los labios de Justin sobre los suyos, se vuelva arcilla. Arcilla en las manos de Justin, siendo toda suya. Le gusta pero, quiere proteger su corazón un poco más.

La mirada miel de Justin vago desde sus ojos cristalinos azul hasta sus carnosos labios rosas. Acercó un poco más su rostro. Cinco centímetros más y podría probar aquel manjar.

Dos centímetros menos.

Otros dos menos.

Y sus respiraciones ya se mezclan, Justin roza sus labios con los de ella.

Al acercarse más, para ya poder besarla bien, Lyss corre su cara. Justin queda impactado.

¿QUÉ MIERDA? Pensó el chico.

Lyss lo miró, Justin dudo si estaba asustada o nerviosa. Se levantó de encima de ella, avergonzado. Ella también se levantó de ahí y lo miró, discúlpandose con la mirada, sin saber que decir. Justin sólo hizo una mueca.

- Esta bien Lyss, yo...creo que me pasé,- metió sus manos en los bolsillos de sus jeans y se encogió de hombros.

- Justin yo...debo irme, nos vemos luego.

Lyss se agacho para recoger los libros, huyendo como la cobarde que es. Al llegar a la biblioteca, se encerró ahí. Aventando los libros sobre la mesa, se acercó a la pintura. La admiro. Sonriendo, melancólica.

Podrá gustarle mucho, pero eso no evita el hecho de que sea Justin Bieber. Ella esta muy consiente que quizá sólo sea la atracción del momento, pero ¿qué pasara cuando este fuera? Lyss piensa mucho las cosas antes de actuar.

Pero tal vez, esta vez, se podría estar equivocando.

Tal vez, esta vez si podría funcionar.

Cerró los ojos, deseando que la decisión que fuera a tomar sea la correcta.

No desearía después, estar recogiendo sus pedazos rotos.

Miró el cuadro por una última vez, mirando el reloj que se encuentra frente a ella. Es hora de irse.

Justin se pregunta una y mil veces cual sería la razón por la cual ella no quiso besarlo. No es como si fuera su obligación, pero vamos, los dos se gustan, ¿por qué no hacerlo? O quizá ella sea de las chicas que no se besan con otro si no es su novio. Sonrió al pensar en eso. No es chica fácil, eso hace que le guste más.

Término de secar su cabello son la toalla, colgandola sobre una silla. Se acostó, cubriendo su cuerpo con una manta. Es una noche cálida.

Tal vez no le gusta tanto y por eso no lo beso.

Fruncio el ceño y negó con la cabeza. Borrando todo pensamiento negativo.

Le dará tiempo, el que sea necesario.

Ojalá sea antes de que salga de aquí.

Cayo en un profundo sueño, soñando con aquellos labios regordetes y rositas que hubiera deseado besar en la vida real.

Saving Justin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora