Salí apresuradamente de mi casa, en quince minutos tenía que dictar mi clase en la prestigiosa universidad de artes de Paris, hice parar un taxi, así llegaría a tiempo, a pesar que llevo trabajando ya un año, aun no me acostumbro muy bien a mis horarios, mas si me desvelo estructurando mis temas o pintando un cuadro que me dejan encargado con anticipación; cierto me olvide de presentarme, soy Nathanel Kurztberg, Nath para los amigos y "tomatito" para mi novia, tengo veintitrés años, vivo solo, bueno no tan solo, mi novia se queda en mi casa algunas veces; perdón, me estoy yendo por las ramas, actualmente trabajo como profesor en la Universidad de Artes de Paris, y como único familiar solo tengo a mis padres, así es soy hijo único, Ah! Cierto, también tengo una gatita, aun esta pequeñita, se llama Tikki, pero creo que eso no es tan importante.
-Ya llegamos joven – procedí a sacar mi dinero y le pague lo justo, baje a toda prisa, pase por la gran entrada, tenia que acelerar el paso si no quería que me llamaran la atención, ya estoy cerca, finalmente, camine unos cuantos pasos y el timbre sonó, justo a tiempo, mis alumnos se acomodaron en sus asientos y me saludaron, algunos eran solo dos años menor que yo.
-Buenos días, procedamos con lo encomendado el día de hoy – me acerque a la pizarra cogí un plumón y empecé con mi clases.
Camine lentamente hacia la salida, la clase había sido muy constructiva, no podía quejarme amaba mi trabajo, enseñar artes era mi pasión, no entendía como personas dejaban sus sueños solo para irse tras el dinero de un carrera rentable, no digo que el dinero no sea necesario, pero se supone que si algo te gusta lo vas a hacer bien y seguro que tendrás éxito.
-¡Tomatito!- la voz de mi novia interrumpió mis pensamientos, se tiro en mi encima abrazándome fuertemente, hice lo mismo, me encantaba apretar su delgado cuerpo contra el mío, se empino para besarme, cosa que correspondí gustoso, nos separamos cuando nos faltaba el oxigeno y no sonreímos.
-Hey! váyanse a un baño a hacer sus cositas – mire a mi amiga divertida, esta mostraba un sonrisa burlona.
-Hola chicos! ¿No crees que son lindos Juleka?- una rubiecita se acerco, mostrando sus mejillas sonrojadas, ella era una romántica empedernida.
-Hola Juleka, Rose! ¿Ya terminaron sus turnos?- saludo mi novia separándose levemente de mi.
-Gracias Rose, y si ya hicimos en una vez nuestras "cositas" en el baño, Juleka- dije mirándola burlón, estas solo se sonrojaron, pude sentir un golpe en mi brazo de parte de mi amada.
-¡Nathanael! ¡Que cosas dices!- volteo mirándome completamente roja, seguro y ya podía competir con mi cabello.
- Solo la verdad- me hice el desentendido, mi amigas empezaron a reír, yo me les uní y luego mi musa también nos acompaño.
-Nos vemos después chicas- me despido tomando la mano a mi musa, esta solo se despidió de las susodichas.
-¿No estás enojada, verdad Chloe?- le pregunte, esta levanto el rostro, estaba seria, aun tenía el rubor en su mejillas – Eso lo hablaremos en tu casa Kurztberg – sabia que se hacia la enojada, la abrace y bese sus cabello dorados, pude ver una sonrisa en su labios.
-¡Por favor! ¿No tienes compasión por tu madre?- No, no, mil veces NO, a presar que pusiera esa cara de cachorrito no funcionaria, ¿es que acaso estaba loca?, no estaba capacitado para lo que proponía.
-No mamá ya tienes mi respuesta-dije tajantemente, mire sus ojos tristes, me sentí culpable, bueno solo un poco, pero aun así no me convencería.
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NATHANETTE- "One-Shorts"
FanfictionHistorias de una de mis parejas favoritas de MLB. Pasen, lean se que te va a encantar.