Unos días más tarde, Jin respondió a la llamada de un colega que le dijo que los resultados que había estado esperando estaban listos.
—Los resultados del análisis de huellas dactilares están completos, y también hemos determinado la identidad del conductor que causó el accidente —dijo la otra persona—. No tienen relación alguna con esos dos miembros de EXO.
—¿Entonces quién es? —preguntó Jin, frunciendo el ceño.
—Alguien que murió antes de que la investigación comenzara —fue la respuesta que llegó desde el otro lado de la línea.
*
Ya había pasado casi una semana, y ni Luhan ni Kris habían mencionado a Zhang Yixing en ningún momento. Durante los eventos de promoción, los MCs sacaban el tema de Lay hasta la saciedad, y en los variety shows siempre había un segmento conmovedor y lacrimógeno al respecto, pero no consiguieron hacerles derramar ni una lágrima, ni una sola vez.
Él aún estaba aquí, a lo mejor está en algún lugar cercano, y aquí estáis todos vosotros resumiendo su vida y dando discursos sobre él como si fuera una broma.
—Kris, ¿cuánto hacía que conocías a Lay? —preguntó el presentador, sobre la triste música de fondo que habían empezado a reproducir.
—Cinco años —dijo Kris.
—¿Aún recuerdas cómo fue la primera vez que lo viste? —otra vez la misma vieja pregunta.
Se quedó callado un momento.
—No muy bien —respondió.
—Cuando estaba subiendo por las escaleras… dijo que tú eras muy guapo —le recordaron las fans a gritos.
En medio del silencio y la anticipación de las fans, Kris se quedó con la mirada desenfocada.
—Tal vez. Nunca llegué a conocerlo del todo.
*
Estaban en un photoshoot, con una música de fondo tranquila que llenaba el estudio.
—Relajaos un poco, moveos con la música —el fotógrafo ajustó la lente, y le hizo un gesto a Luhan para que se moviera—. Puedes ponerte junto a él, ¿por qué dejáis tanto espacio entre los dos?
Luhan se movió, tenso, para apoyarse contra Kris.
—Relájate, tenéis que ser un poco más íntimos, apoya la mano sobre él —la cámara soltaba flash tras flash, y el fotógrafo agitaba la mano, dándoles instrucciones—. Tenéis experiencia, ya sabéis lo que quiero, no me hagáis daros lecciones.
Con gesto abatido, Kris miró a Luhan. Agarró su mano y la colocó sobre su hombro, y Luhan levantó la cabeza, sus pestañas aleteaban junto a la oreja de Kris.
—Bien, bien, quedaos mirándoos el uno al otro así —el fotógrafo miró a través del visor y sacó un par de fotos antes de mirarlos, desesperado—. ¿Pero qué pasa exactamente con vosotros?
Bajo las luces del escenario en forma de T, estaban haciendo una actuación conjunta con un grupo de chicas de la empresa, la luz sobre el mismo era tan fuerte que era como si estuvieran rodeados de oscuridad. Bajo los incontables focos y en medio de unos gritos que le perforaban los tímpanos, Kris caminó en silencio hacia el frente, ignorando por completo todos los movimientos y las miradas penetrantes que había ensayado. Llegó hasta el borde del escenario y fue como si una puerta estuviera suspendida ante sus ojos. Extendió la mano, apenas unos centímetros, como si quisiera tocarla…
Una luz le cegó, se giró y echó a andar en dirección contraria. Iba vestido con un chándal y llevaba un gorro calado en la cabeza. Luhan pasó junto a él, una brisa acarició su oreja mientras veía un atisbo de un semblante que conocía muy bien, a pesar de lo mucho que intentaba evitarlo. Siguió caminando y salió del escenario.