Botas brillantes.

Capitulo 1.

Harry.

Cuando los días son fríos y todas las cartas han sido jugadas y todos los santos que vemos están hechos de oro. Cuando tus sueños se han arruinado y aquellos a los que alabamos son los peores de todos y la sangre esta corriendo añeja.

-¡Vamos maldita sea!-di otro empujón y simplemente la bota ya no entraba a mi pie.

Di un suspiro agotado y saque otro par de botas brillantes que me había comprado la semana pasada. Afortunadamente fui lo suficientemente listo para comprarme otro par.

Sabia que estas ya no me quedarían pero de igual forma quería intentarlo.

Abrí la caja y me las puse.

El par original, las tenia guardadas en mi armario. Ya había pasado mucho tiempo desde que Louis me las obsequio en Navidad, el día de su cumpleaños.

En verdad hubiera querido que nuestra amistad perdurara, pero como cualquier chico guapo, el se volvió popular y desapareció de mi vida.

Aunque me habla, pero no precisamente para entablar una conversación.

Si me habla es solo para joderme.

Basicamte joderme la vida.

Y sus insultos eran acerca de mis botas brillantes. Lo cual era algo estupido ya que el me regalo el primer par de todos los que tengo.

Me daban unas ganas tremendas de gritarle ¡Tu me convertiste en esto!

Pero como dice mi mamá.

Respira, respira, respira y saca la mantequilla.

-¡Rizos, se te hará tarde para desayunar!-el grito de mi hermana Gemma provino desde abajo.

Puse los ojos en blanco y termine de arreglarme mi cabello. Tome mi mochila de unicornio y cerré la puerta detrás de mi.

Baje las escaleras y Gemma se encontraba comiendo tostadas con tocino y jugo de naranja.

Mamá desayunaba lo de siempre, pan con jamón y café.

-Buenos días Harry.-dijo mamá y le deposite un beso en la frente en señal de "buenos días".

-Con esa carita, mejor sería, feliz hallowen.-dijo Gemma chistosa y le revolvi el cabello.

Tome un pan tostado y le puse nutella, y serví leche un un vaso.

-¿Y Liam te tiene un chisme nuevo, y por eso comes tan rápido?-dio un sorbo a su jugo ya casi vacío.

-Probablemente, ¿sabías que Maya Torres termino con Jack Cannon?-dije sonriendo.

Gemma escupió el tocino.

-¿Qué?

-Sip, es cierto.-di un sorbo a la leche.

-Oh por dios, y el esta tan bueno...-susurro.

-¿Y Niall?-pregunto mamá.

-Probablemente me tenga una sugerencia para donde ir a comer cuando salga.-me en cogí de hombros. No es que tuviera en contra de Niall y su comida.

Pero mi amigo rubio es reconocido por comer y comer y no engordar.

-Hace mucho tiempo que no veo a los dos. ¿Por que no los invitas a comer Harry?-dijo entusiasmada.

-¿Acaso quieres que Niall acabe con la despensa, mamá?-hablo Gemma.

-Gemma.-dijo mamá en tono de abvertencia.

-Esta bien, esta bien.-alzo sus brazos en forma de paz.

Me reí y me pare de la mesa, lave mis dientes, deposite los platos en el fregadero y me despedí de ambas.