Todo cambia en un segundo, nada absolutamente nada es para siempre. Esa sensación que te hace ver a todas las direcciones posibles, esa misma que te consume por dentro.
Me sentía perseguida, observada con miedo. Pero todo cambió tras encontrar "el...
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~Mizha
Subía hacia mi habitación, luego de un largo día de trabajo. Pero de nuevo esa sensación tan extraña esa sensación que me hacía temblar, que me hacia ver en todas las direcciones posibles; buscando algo, alguien o simplemente nada. Se sentía horrible sentirse observada, perseguida, controlada. Cualquiera correría o incluso temblaría de miedo al no tener una razón o explicación lógica a todo aquello o a tal sensación.
Pero yo estaba tan acostumbrada a esa sensación que mas que miedo era costumbre.
Subía las escaleras ignorando, si ignorando.— ¿Por miedo? —No, no por miedo. Al contrario más que miedo era costumbre. Jamas había descubierto nada y esta vez no seria la excepción, todo empezó desde que tenia diez años esa sensación no desaparecía, los trescientos sesenta y cinco días del año, las veinticuatro horas del día, a cada minuto a cada segundo en todo momento, en todo lugar, y jamas había encontrado algo, como su mamá decía: "Es solo tu imaginación" pero la imaginación solo te juega eso en distintas ocasiones, en mi caso era siempre. Prácticamente en todo lugar en todo momento esa sensación me perseguía.
Ya me había acostumbrado, por supuesto. Pero la curiosidad y la duda aun seguían ahí.
¿Había buscado respuestas?
— Por supuesto que las había buscado pero, ¿Como buscas algo que no sabes ni siquiera que es? ¿Como buscas respuesta a algo que probablemente solo sea tu imaginación?
¿Esto era estúpido?
— Si era estúpido, era estúpido que no sepas a que le tienes miedo, a que es lo que te has acostumbrado, a que es lo que has ignorado. sin embargo no hay nada que pueda hacer, al menos no ahora.
¿Era algo malo?
— No lo parecía, ya que si lo fuera probablemente ya me hubiese sucedido algo, pero si no lo fuera de igual manera ya la hubiera dejado tranquila. Pero no, esa sensación seguía ahí.
¿Cuando había comenzado todo aquello?
— Cuándo recibí el Dije, que alguien me había envíado por correo, seguramente fue de algún pariente, pero sin embargo jamás supe quién lo enviaba. Pero desde entonces siempre e llevado conmigo.
¿Puede que sea el Dije?
— No, el dije no tiene nada que ver. ¿Que ya no recuerdas la vez en que lo dejamos en casa de Fasha? y eso seguía presente, ¿O la vez en que lo llevamos a la iglesia para que lo bendiciera el padre? pero igual no cambió nada, incluso lo enterramos pero era tan lindo que no aguantamos mas de una semana y lo desenterramos y de igual manera no sucedió nada.
¡Buenos puntos! —si hablaba, con mi conciencia, pero en mi defensa, ella era la única que la entendía.
— ¡Lo se, lo se...! —suspire frustrada pero ya dejemos de hablar de eso, jamas sabremos lo que pasa, de lo que es, o de lo que lo causa. De igual manera ya me e acostumbrado a eso, ¿Que no?