Fighting To Death. (Terminada)

Capitulo 22: Sola en unas oscuras escaleras.

 – Alexander, pon esto en el auto – Glenn le da una caja de provisiones y el hace lo que él le indica.

Ya nos faltaba poco para emprender nuestro camino a Boston. Nos dividiríamos en tres autos ya que éramos bastantes personas, cada auto llevaría un Walkie-talkie y cierta porción de las provisiones por si teníamos problemas y nos separábamos del grupo, cosa que queríamos evitar a toda costa.

Yo iría en el auto con Thomas, Alexander, Carol, Hanna y el conductor sería Daryl. Por lo que había escuchado, descansaríamos si es de emergencia, si no, seguiríamos hasta llegar a Boston. Ya todo estaba preparado, solo de subirnos en los autos y arrancar.

 – Noah, abre el portón – le ordena Rick al moreno subiéndose a el asiento del conductor en uno de los autos.

  En el camino, Daryl encontró un CD de música Country y les puedo decir que en toda mi vida me detuve a escucharlas, pero después de todo no son tan malas como lo esperaba. Ya había intentado dormirme como tres veces, mientras que Hanna estaba bien dormida en mis piernas, Thomas parecía concentrado en sus pensamientos y Alexander estaba recostado en mi hombro igual de dormido que la niña. Y bueno yo, soy la almohada del pueblo. En todo el camino que llevábamos recorrido, no habíamos escuchado hablar a nadie por el Walkie-talkie; aun así no era motivo para alarmarse ya que los podíamos ver desde aquí. Estaba empezando a oscurecer, el día había pasado volando, después de todo entonces si debí de dormir un poco. No se veía casi nada por la autopista, solo las luces de los autos; era una noche fría y hacia mucha niebla. El camino se había hecho demasiado largo y aún ni siquiera habíamos llegado a Nueva York, que era la ciudad más cercana a Boston.

  – Oye – siento como un peso se quita de mi hombro. Alexander se había despertado – ¿Cuánto dormí? – se restriega los ojos tiernamente y se estira.

 – tres horas – más o menos

Después de que Hanna se despertara, comenzó estaba hablar con Carol de una película que ambas conocían y los demás no. Thomas se había quedado dormido recostado en la puerta y yo, solo miraba la carretera sin nada más que hacer.

 – ¿Cómo está tu tobillo? – pregunta Alexander en voz baja para no interrumpir la conversación que fluía entre Carol y Hanna.

Yo no lograba ver mi pie, pero aun así dolía – Hinchado probablemente – me encojo de hombros.

 – lástima que no tenemos compresas – lo dice como si fuese algo fácil de conseguir.

 – Ya se me pasara, solo tengo que reposar – me encogí de hombros y le mostré media sonrisa.

 – Que bueno que no fue algo grave

 – aun así soy una especie de carga

 – No lo creo.

Escuchamos como el Walkie-Talkie empezaba a hacer ruidos para después escuchar la voz de Rick.

 – sí, te escuchamos – le responde Daryl – ¿Que sucede?

"Descansaremos a las afueras de Nueva York, mañana avanzaremos por la mañana"

 – copiado –

Le hice una trenza a Hanna para amarrar su cabello y esperamos llegar a nuestro destino.

  Al poco tiempo observé a los demás autos estacionarse en un conjunto de edificios algo deteriorados. A mí parecer, normalmente, los edificios no me agradaban en estos tiempos, ya que suelen ocurrir accidentes. Todos apagaron los autos y nos reunimos en la entrada de los apartamentos. Se acordó quedarse en el segundo piso, no era para nada una buena idea, pero yo realmente no podía cuestionar las decisiones que tomaba el grupo en general. Se llevarían algunas cajas para preparar la comida esta noche y la de mañana por la mañana pero lo demás se quedará en los autos. Todos iban entrando de a poco al edificio, primero iría el equipo de "Limpieza", que se encargaría de revisar y asegurar el primer y segundo piso.

A pesar de saber que no podía levantar peso, traté de ayudar a mis compañeros llevando la caja menos pesada.

 – ¿Te ayudo con eso? – miro a mi derecha y debido a la oscuridad no podría distinguir a simple vista quien era, hasta que note algo peculiar en esta persona. Su sombrero.

 – no, gracias – no di dos pasos antes de volver a detenerme.

 – ¿Segura? – me pregunta nuevamente.

 – no – me apoyo un momento en la puerta trasera del auto

 – Ahora ¿te ayudo a ti o la caja? – se coloca a mi lado.

 – tranquilo, lleva la caja –

 – Ya vuelvo – él toma la caja y desaparece al entrar por la puerta.

Yo me levanto y empiezo a caminar renqueando. Esto dolía y mucho, cuando vea a Thomas le diré que me ayude porque no creo que aguante las escaleras.

  Me detuve en la entrada del lugar y mire a todas partes buscando a alguien en la oscuridad, pero no había absolutamente nada. Quizás ya la mayoría había subido, pero no creo que Thomas me haya dejado aquí abajo en este estado.

 – ¿Hola? – pregunto temerosa ante ninguna respuesta.

 Escuche unos gruñidos cerca de mí, así que tome la linterna que saque del auto y la encendí, encontrando con cuatro Walker. Me apresure a entrar y trabar la puerta desde adentro, no tenía ningún arma y por lo visto no quedaba nadie afuera.

  Alumbre a las escaleras, y maldigo mil veces a Rick por elegir el segundo piso en un edificio con tan inmensas escaleras. Subí escalón por escalón con cierta lentitud, y en estado de alerta en cada piso.

  Habían pasado cinco minutos y apenas estaba por el primer piso, a este paso dudo mucho que pueda llegar sin desmayarme antes. Estaba ya en el segundo piso, pero aún no entraba en el corredor de este. Me senté en el suelo recostando la espalda de la pared, estaba cansada, mi pecho subía y bajaba pesadamente, todo mi cuerpo se sentía débil y ya no me quería mover. Sentía que me estaba sofocando y que mi pecho se trancaba con cada respiro que lograba dar, no podía respirar y la luz de la linterna se estaba agotando. Quizás me estaba muriendo y dando mi último aliento, o estaba teniendo un ataque de pánico y solo me iba a desmayar, me faltaba el oxígeno y fue entonces cuando tuve una sensación de familiaridad, esto ya me había ocurrido, el cansancio y la falta de aire; para cuando lo recordé, ya no veía ni sentía nada y lo que me preocupaba en este momento era mis amigos, mi hermano, no podía dejarlos, eran todo lo que tenía y me negaba a dejarlos.

Entonces, todo se fue a negro y no supe más.