Corrí lo más rápido que pude hasta mi hogar, aún estaba algo shockeada por lo que había vívido hace apenas unas horas.
La imágen de aquella mujer seguía revoloteando en mi cabeza al igual que sus palabras.
Sentía que mi cabeza explotaría en algún momento, estaba tan confundida, quería respuestas pero no encontraba ninguna respuesta logica para esto.
Me apoye contra un árbol al sentir que mis piernas no podían más, miré el lugar a mi alrededor, no reconocía está parte del bosque. Me habia sumido tanto en mis pensamientos que me había desviado del camino.
Me dejé deslizar por el tronco del árbol hasta quedar sentada en el suelo.
-Esto no puede ser posible. -Dije en un suspiro y saqué mi celular del bolsillo de mi pantalon. -Sin señal, ¿acaso esto no puede ser mejor?
-¿Pérdida? -Preguntó una voz masculina, enseguida me puse alerta mirando hacia todos lados.
-¿quién eres?
-Una persona extremadamente guapa, me sorprende que una cazadora no conozca el bosque donde su clan esta situado. -Lo escuché susurrar detrás de mí, me volteé sobre mis talones pero no encontré nada.
-¡Sal! -su risa burlona se hizo presente. Comenzaba a cansarme de éste juego.
-Al parecer eres ruda, pequeña. - dí dos pasos hacía atrás -Te recomiendo que empiezes a correr, así será más diverito -susurro en mi oído derecho, agarré mi navaja e intente clavarsela pero el fué más rápido y se movió de mi alcanze.
-No correré, así que sal de donde te escondes y dá la cara.
Volví a escuchar su risa y en medió de la oscuridad pude distinguir unos brillantes ojos rojos que se iban acercando lentamente hasta poder ver perfectamente a un hombre alto, fornio y con una sonrisa escalofriante.
Su mano se acerco a mi mejilla con la intención de acariciarme, por instinto retrocedí unos cuantos pasos.
-Que cena más bella me ha tocado hoy. -sus colmillos crecieron, cómo no, un vampiro.
Preparé mi navaja, mientras me hacia para atrás. De repente una brisa me choco y ya no sentia la navaja en mi mano. Cuando logré sacarme todo el cabello de la cara, el vampiro estaba enfrente mio.
-Creo que esto no será necesario -dijo mostrando mi navaja en su mano derecha. Bufé.
-Maldito. -Susurre y el río un poco.
-Corre -Volvió a decir muy cerca de mi oído, está vez le hice caso y corrí lo más rápido que pude pero en un descuido, tropecé con una rama y caí al suelo, me levante tan rapido cómo mi pierna adolorida me lo permitió, claro, eso no sirvió de mucho ya que cuando estube por volver a la corrida el vampiro ya estaba en frente de mi con una gran sonrisa plasmada en su rostro. Sus colmillos volvieron a hacerse presente y se tiró sobre de mi haciendo que ambos calleramos al suelo, el encima de mí.
Con mi mano busqué, desesperada, por el suelo alguna roca o algo con que pueda golpearlo. Agarré la piedra más con mayor tamaño que estaba más cerca de mi y lo golpeé en la cabeza con ella. El se quejó cayendo a un lado mío, dandome el tiempo suficiente para levantarme y correr.
No sabía cuanto llevaba corriendo pero paré al ya no sentirlo atrás de mí.
-Creo que lo perdí. -Dije tratando de recuperar el aliento. -Genial Renata, ahora estás más perdida.
