Holi!
antes que nada dos advertencias. 1) No lo revisé, perdonen pero lo haré en esta semana, lo prometo. 2) Hay lemon. No, no se emocionen porque yo soy un asco escribiendo lemon jajaja Pero aún así hice lo que pude y lo que sé. De todas formas si lo ven absurdo o incomodo, la advertencia comenzara donde vean unas letras en negrita.
AGRADECIMIENTOS: Nate Evans, me ayudo con esta decisión xD.
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El camino de regreso fue mucho más tranquilo y sin tensión alguna, aunque Gabriel insistió en jugar "veo, veo" de nuevo, pero por ésta vez Sam podría decir dos cosas: se divirtió y que le ganó a Gabriel en su propio juego.
Ya faltaba poco para entrar a New York, en menos de una hora y por el poco tráfico aparente en carretera, Sam calculaba que cada uno estaría en su casa pronto. Aun así Gabriel insistía en llegar rápido alegando que se sentía sucio por no haberse cambiado en todo el día; Antes de salir de Cambridge habían pasado al hotel del reportero por sus cosas, pero Sam lo apuró tanto que no alcanzó ni a refrescarse la cara.
— ¡Listo! — anunció Gabriel guardando su celular dentro de su chaqueta.
— No sabía que te llevaras mal con tus cuñados. — comentó Sam sin afán de inmiscuirse, pero escuchó como el rubio en algún momento de su llamada gritó cierta ofensa a una tercera persona, que al final se reafirmó ser el cuñado de su pareja cuando este le grito a su hermano sus pésimos "gustos"
— Nah, solo lo molesto un poco. Es como un gusto culposo. — Gabriel le sonrió de oreja a oreja maquiavélicamente, a lo que Sam sólo rodó los ojos pidiendo al cielo pena por aquella pobre alma.
— ¿Te agrado Missouri? — preguntó el abogado casualmente para no perderse en silencio. No es que fuese incomodo o le desagradase, pero ya había pasado mucho tiempo sin escuchar la voz de su pareja.
— Esa mujer acabo conmigo, lo acepto. — comentó encantado, Winchester iba a preguntar qué tanto le habrá dicho la mujer, pero no hizo falta cuando la voz de Gabriel sonó mucho más precavida — Dijo que conoció a tu familia en Lawrence.
Gabriel fue tentativo con sus palabras y miró con atención la reacción de Sam, intentando captar incomodidad y molestia, posiblemente que lo aventaría del auto por andar de entrometido nuevamente. Pero lo único que hizo el abogado fue parpadear dos veces antes de contestarle sin remordimiento
— Mis padres eran de allá. Creo que fue nuestra niñera o algo así. Después la encontrábamos algunas veces en casa de otro amigo para navidad.
— ¿Niñera? Seguramente eras de esos niños que corrían desnudos por la casa.
— De hecho era un bebé la última vez que me cuido; mi mamá murió ahí por un incendio, mi padre se deprimió, perdió su trabajo, nos fuimos y no he vuelto a pisar Lawrence desde entonces. Yo tenía como seis meses y nunca supe bien la historia.
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Un toque dulce...
RomansaSam Winchester es un abogado exitoso y de buena fama. Pero tiene un secreto sobre su familia, uno que nadie debe saber. Es en un momento común de su vida, donde se encuentra con Gabriel Novak, un peculiar reportero y escritor del New York Times que...