No soy de admitir cosas en mi desventaja pero si no fuera porque aquél chico bajó la ventana del auto, yo hubiera seguido mirando su cara por más tiempo.
-Hola, mi nombre es...
No lo dejé terminar porque me fui de ahí con Shane y mamá. Fue un impulso del que me arrepentiría más adelante pero es que no supe ni porqué de esa acción.
-¿Te asustó? Eso te pasa por ser curiosa, hija. -Dale comenzó a reírse de mí causandome vergüenza.
-Vamos, sal amigo.- T-Dog alentó al chico a salir y por fin lo hizo.
No dude en mirarlo por completo lo que causó en mí algo extraño. Era un sentimiento que jamás había sentido pero por alguna razón me hacía mirarle solo a él.
-¡Jade!.- mamá me miró con confusión después de gritarme y atraer las miradas de todos.
-¿Estás bien?.- Shane me miró pero con preocupación y yo asentí.
-Es solo que... Creí que sería papá.- suspiré desilusionada.
Por un segundo creí que papá sería el hombre dentro de ese auto pero bueno, mis ojos miraron a alguien más.
-Jade...- mamá intentó acercarse para volver a decirme algo positivo pero ahora no quería oírlo.
Sonreí débilmente para demostrar que estaba bien y me fui del lugar dejando a todos ahí para ir al lago donde Shane recogía agua para traer al campamento.
Después de un tiempo tenía la compañía de Andrea, Amy, Carol, mi madre y Shane, quién cazaba ranas con Carl. Aunque después de una discusión entre ellos, mamá se llevó a Carl dejándolo solo.
No tenía humor por lo que tampoco despertó curiosidad en mí el porqué discutieron. Me encontraba alejada por lo que me quedé mirando a lo lejos el comportamiento de Shane.
Él no es de decir las cosas que piensa o siente. Deja que todo eso envenene su cuerpo y después explota con lo que tiene enfrente que termine por superar su límite. Algo que yo también hago y por eso lo sé. Cómo ahora, sé que esa discusión con mamá se encuentra contaminando su cuerpo o más bien, su mente y es cosa de esperar a que explote.
-¡Vete de aquí Edd!
Aquél grito de Andrea me sacó de mis pensamientos para centrarme en una discusión entre ella y el esposo de Carol.
En el campamento sabíamos que Edd era un hombre violento, golpeador y asqueroso por lo que todos tomábamos distancia pero mamá en especial me advirtió que tuviera cuidado de él, aunque siempre lo hice no sabía que hoy desobedeceria.
Amy, Andrea y Jackie querían detener a Edd pero no eran suficientes y fue que decidí ayudarlas ya que quedarme a mirar era algo que no podía permitirme.
-¿Cuál es el problema?—grité mientras me acercaba y llegaba a ellos.
-Vete de aquí, no es tu asunto.-Edd empujó a Andrea para tomar a Carol.
-Cuando veo a un imbécil ser un imbécil se vuelve mi problema.- él soltó a Carol y me miró retandome e intentando intimidarme pero no lo lograría.
Si debía sentir algo por él, sería asco y no miedo.
-¿Cómo me llamaste?.
-¿La estupidez te dejó sordo? Te llamé imbécil.- lo miré levantar la mano pero me intimidó.