—Toma esto—Glenn me dió una manta para que me cubriera del aire helado.
Yo la acepté ya que en verdad la necesitaba y con su ayuda fue que me la pude colocar al rededor de mí pero antes de terminar, me encontré con la mirada de Matías sobre nosotros dos.
Esa mirada me hizo sentir extraña ya que ahora veía a Matt diferente. No era más mi novio y menos mi amigo, solo era alguien que conocía y eso lo lamentaba.
—Gracias, Glenn.
Él colocó una silla desplegable al lado de mí para sentarse y hacerme compañía.
—No tienes que hacer esto—agregué.
—¿Hacer qué?—genuinamente pareció no saber a lo que me refería.
—Preocuparte por mí.
—No lo hago porque tenga qué, lo hago porque quiero asegurarme de que estés bien—en ese momento no supe que más decirle.
Nos quedamos mirando un rato hasta que por fin lo entendí. Su mirada me dió una respuesta.
—Gracias.
Agradecí anonadada por lo que emanaba de su persona.
Supe lo especial que era y aunque yo estaba consciente de lo que sentía por él, no podía presionarlo. Él no era así y estaba dispuesta a esperar para que se diera cuenta por sí solo de lo que yo significaba para él.
—¡¿Qué tiempo necesitas, Rick?—aquel gritó proveniente de Shane nos hizo levantarnos de dónde nos encontrábamos y mirarlo.
El tono de voz así como el enojo de Shane eran aterradores y ahora más que todos nos encontrábamos sensibles por lo que acababa de suceder.
—Shane...—mamá intentó calmarlo tocando su hombro pero él la esquivó haciéndome ir hacía ellos.
—¿Esperarás que sustituya el lugar de Amy, Carl, Lori o Jade?—ante su comentario me detuve en seco.
Estaba siendo muy intimidante e injusto. Nunca lo había visto así con papá y menos lo había oído hablar sobre nosotros al mismo tiempo que de la muerte.
—Debemos irnos, eso lo sé, pero no podemos hacerlo ahora sí es a lo que te refieres—papá apuntó con el dedo a las demás personas que habían perdido la vida está noche para que las mirara Shane—Tenemos que encargarnos de algo antes.
—No nos matará quedarnos esta noche—me atreví a decir en apoyo a papá quién tenía razón con encargarnos de aquellas personas y detener al enfadado Shane.
—Ojála y no—me contestó en un tono seco y crudo—Apoyas esa idea por culpabilidad no porque sea correcto—dicho esto se retiró del lugar haciéndome recordar cada detalle de cuando mordieron a Amy.
—Jade...—Dale quería decir algo que contradijera lo dicho por Shane pero lo evité.
—Solo hagamos lo que debemos hacer—me quité la manta y me fui directo a dónde estaban los cuerpos para comenzar a separar caminantes de los de las personas.
Estaba completamente en mis pensamientos mientras movía los cuerpos hasta que Matías se acercó a mí.
—Shane no lo decía de verdad, está molesto y contigo no eran las cosas—lo miré intentando creerle—¿Crees que fue tu culpa?
No respondí por no poder decir que no, a lo que él interpretó mi silencio solía hacerlo.
—Pues no lo es. No podías hacer nada. Piénsalo de esta forma; si las cosas hubiesen sido al revés, Amy no tendría la culpa de tu muerte ya que no podría haberlo pronosticado. No puedes sentirte culpable de cada muerte que no esta en tus manos. Somos personas, no Dios—me tocó el hombro honestamente mientras me miraba con comprensión antes de irse.
