Baby boom ;; muke

m o v e d {4}

Luke miró a Michael, sin expresión, Michael miró a luke devuelta.

Luke jaló el banco, que tenía antes la doctora de Michael, hacia él y tomó asiento. Bajó hacía adelante, recargando sus codos en sus rodillas y su cabeza en la Palma de su mano. Suspiró pesadamente.

"¿Y ahora qué?" Preguntó Luke. Michael lo miró, cuestionante.

"¿A qué te refieres?" Respondió Michael.

Luke se mordió el labio, como si tuviera miedo de aclarar su propia pregunta.

"Digo, ¿quieres quedarte el bebé?" Preguntó lentamente, Michael inhaló.

"¿Quieres que me quede al bebé?"

Luke miró al piso, en silencio. El corazón de Michael se aceleró, sus manos comenzaron a sudar, pero Luke subió la mirada, con lágrimas en los ojos, la atmósfera cambio y el corazón de Michael cayó.

"Sí, dios, sí, quiero a nuestro bebé, pero es tu cuerpo. Tú decides, Michael, y respetaré cualquier decisión que tomes." Luke dijo, mirando ahora hacia el techo para evitar que sus lágrimas cayeran.

Michael respiró pesadamente, contemplando cada razón por la que no debería quedarse al bebé. Pensó en cuán inestable estaba en ese momento, acababa de terminar una relación, no tenía un lugar al cual llamar casa, y no tenía experiencia. Pero luego, pensó en todo lo que podía ofrecerle al bebé. Tenía un trabajo estable, tenía a Luke, y tenía amor. Por más cliché que sonara, amaría al bebé más que nada, y lo sabía.

"Quiero tenerlo, Luke. Lo que hicimos aquella noche no fue consciente; fue una desastrosa manera de pensar, pero estaría mintiendo si dijera que este bebé es un error o que no es deseado. La voy a tener." Dijo Michael firmemente, Luke sonrió.

"¿La?" Preguntó, sonriendo como idiota ante su amigo.

Michael tocó su barriga, mirándola. Asintió, sonriéndole devuelta a Luke.

"Se siente como una niña." Respondió Michael encogiéndose de hombros.

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Luke llevó a Michael a su propia casa, donde Michael se había estado quedando hasta la noche en que dirimieron juntos - después de salir de casa de sus padres.

Se sentaron en la sala, ambos mirando hacia el estómago de Michael, como si el bebé fuera a crecer en cualquier momento.

"Michael, ¿quieres mudarte conmigo?" Preguntó Luke de pronto, y Michael lo miró, pero Luke permanecía mirando hacia su pequeña barriga.

"¿Qué?"

"Bueno, me di cuenta que desde que terminaste con quienquiera que sea ella, que no tienes donde vivir, te embaracé, y eres mi mejor amigo, tiene sentido que te mudes." Luke se encogió de hombros y Michael asintió.

"Salí con ella seis años, y sigues actuando como si no supieras su nombre." Michael rodó los ojos, pero asintió sin darle importancia. "Bien, me mudaré." Luke sonrió, recargándose en el respaldo del sillón y cerrando los ojos.

Michael trató de hacer lo mismo, pero no podía encontrar una posición cómoda. En lugar de eso, simplemente miró hacia el techo.

"Siempre pensé que tendría mi primer hijo con alguien que amara." Dijo, mirando a Luke de reojo.

"¿Dices que no me amas, Michael?" Respondió Luke aún con los ojos cerrados.

"Me refiero a alguien del que esté enamorado, idiota." Michael rodó los ojos.

"Sé a lo que te refieres, Mikey. Siempre pensé que habría alguien con el que por fin sentaría cabeza, pero aquí estoy, con treinta y un años y teniendo un hijo con mi mejor amigo." Luke rió levemente.

Michael no respondió, miró devuelta al techo.

"Debemos decirle a nuestros padres." Dijo.

"Sí, digo, a menos que quieras ser el que en nueve meses tenga que explicarles porqué tienen que ir al hospital por la llegada de nuestro bebé que nacerá de ti." Dijo Luke.

"Entonces no tendrán tiempo de gritarnos si esperamos hasta entonces." Michael suspiró.

Luke posó una mano en la rodilla de Michael, tratando lo más que podía de tranquilizarlo.

"Va a estar bien, Michael."

Michael se relajó un poco, tratando de creer en su mejor amigo.