Baby boom ;; muke

r e a d {9}

14 SEMANAS

A Michael le encantaba leer, leía con bastante frecuencia. Leyó en alguna parte que era bueno hablar con el bebé que crecía dentro de él durante el embarazo. Por eso estaba sentado en la sala de estar de luke, reclinado en el sillón, con la camisa levantada sobre su vientre creciente mientras leía en voz alta de uno de sus libros favoritos: Harry Potter y el misterio del príncipe.

Podía parecer extravagante, Michael leyendo a su bebé de quince semanas de edad, pero a veces lo extravagante es lindo.

Oyó su teléfono sonar desde su bolsillo trasero, y levantó su doloroso cuerpo de la silla para tomarlo.

"¿Hm?" Respondió, dándose cuenta de que era su madre quien llamaba.

"¿Cómo te sientes, Michael?" Preguntó su madre, Michael oyó la puerta principal abrirse y cómo Luke entraba, notablemente exhausto. Tiró su chaqueta al sillón, cayendo él también y cerrando los ojos.

"Bien." Respondió. Miró hacia su vientre, dejando que su mente volara mientras él hablaba.

Después de una conversación de quince minutos con su madre sobre el bebé que crecía dentro de él, se despidieron.

Se paró, mirando al reloj y suspirando.

"¿Qué tal la cena, Lukey?" Preguntó, ahora sentándose a su lado. Frunció el ceño cuando el otro bostezó.

"Estuvo bien. Estoy cansado." Dijo Luke. Michael asintió, parándose y ayudando a Luke a hacerlo. Lo llevó a la habitación.

"¿Qué hacías cuando llegué?" Preguntó Luke, subiendo a la cama y deshaciéndose de su camisa. Se sacó los zapatos y quitó sus pantalones.

"Hablaba con mi madre, pero antes le leía al bebé." Michael dijo, Luke sonrió juguetón.

"¿Por qué?"

"Le hace bien oír nuestras voces. Le ayuda a familiarizarse para cuando nazca. Por lo menos eso fue lo que leí." Respondió Michael. Hizo que Luke se cobijara mientras él caminaba hacia la puerta, listo para apagar la luz.

"No te vayas. Quiero abrazarte." Gimoteó Luke, alcanzando a su mejor amigo.

Michael asintió, entrando a la cama con él.

"¿Recuerdas la primera vez que nos besamos?" Preguntó Luke. Michael asintió, riendo levemente. "He estado pensando en eso un montón." Prosiguió, Michael esperando a que continuara. "Cuando le dijimos a nuestros padres, mi madre dijo que estaba agradecida de que te hubiera elegido. Siempre pensó que terminaríamos juntos." Dijo Luke.

"Podría hacerlo mejor." Michael dijo. Luke rió y eso hizo que él también riera.

"Si no encontramos a nadie más, nos casaremos, ¿cierto?" Luke preguntó, Michael rió de nuevo.

"Cualquier promesa que hagamos a esta edad son promesas que nunca se romperán." Dijo Michael, cerrando los ojos.

Luke murmuró en respuesta, y pronto ambos ya estaban dormidos.

-

Michael no sabía que hora era, pero seguía oscuro afuera.

Se despertó y miró hacia donde se supondría que estaba Luke, pero Luke no estaba.

Se iba a sentar, lo habría hecho si no hubiera escuchado los susurros.

"Ni siquiera sé si puedes oírme." Luke susurró e hizo a Michael preguntarse con quién podría estar hablando tan tarde. La sábana con la que estaba cubierto ahora estaba bajo su cintura, y tenía frío. Iba a alcanzarlas, pero la voz de Luke lo hizo congelarse. "Pero tu papi dice que es bueno para ti y no quiero que llegues a este mundo y que él sea tu favorito cuando yo no tuve oportunidad de intentarlo." Dijo Luke y Michael abrió los ojos en grande. Miró al techo, con los labios en forma de la sonrisa más grande que podía formarse. Miró discretamente hacia dónde estaba Luke, y ahí estaba el alto muchacho - cruzado de piernas y mirando a la barriga de Michael.

"Creo que ya te diste cuenta de cuán absurdos son tus padres." Volvió a decir Luke.

"Aunque soy mejor que él. En serio, tengo un gran trabajo, y cuando nazcas y crezcas te llevaré. Te presentaré con todos y dirán que eres lindo porque, aceptémoslo - vas a ser jodidamente hermoso." Luke dijo.

"No debería maldecir cuando te estoy hablando, lo siento. De todos modos, vas a ser muy lindo. Si eres hijo de Michael tienes que serlo."

Michael tuvo que morderse el labio en un intento desesperado de no sonreír más.

"Espero que tengas sus ojos. Él siempre dice que los míos son muy azules y muy lindos, pero los suyos son mejores. Si sacas algo de mí, espero que sea mi nariz. A Michael le gusta por alguna razón - Michael es tu otro papá, por cierto."

"No puedo esperar por tenerte aquí, ven lo más pronto que puedas, cariño, te amo." Dijo, acariciando la barriga de Michael antes de besarla levemente. Subió hacia la cabeza de Michael y éste cerró los ojos rápidamente.

Michael volvió a quedarse dormido, con una sonrisa en su rostro.