Baby boom ;; muke

s h o p p e d {16}

28 SEMANAS

"Hey, ángel." Susurro Luke, besando levemente el vientre cubierto de Michael. Se paró de la cama, dándose cuenta de que Michael ya estaba despierto, y le sonrió a su medio dormido mejor amigo.

"¿Qué hora es?" Preguntó Michael, con la voz aún llena de sueño. Luke miró hacia el reloj y sonrió de lado.

"Una hora de la mañana." Respondió Luke mientras caminaba hacia el ropero.

"¿Es lunes?" Michael habló en su almohada. Luke asintió, poniéndose los pantalones de vestir. Michael suspiró. Le gustaba el fin de semana porque tenía tiempo con Luke, y ahora tendría que buscar algo con lo que entretenerse.

Cerró los ojos. Oía a Luke moverse de un lado a otro en la habitación, arreglándose. Lo oyó ponerse el cinturón, el agua correr en el lavamanos, y los cajones abrirse y cerrarse, todo en media hora.

"Necesito afeitarme pronto." Luke suspiró, pasando la mano por su barbilla e inspeccionando la barba que crecía en ella. Michael lo miró. Lo sorprendió con la guarda baja el hecho de qué tan más maduro se veía Luke en su traje negro y con barba de unos días en su usualmente afeitada barba.

"Déjatela, se te ve bien." Dijo Michael, Luke asintió. Salió del baño y tomó sus zapatos.

"Te amo, adiós." Dijo. Besó la frente de Michael y acaricio su barriga.

Michael consideraba quedarse en la cama todo el día, pero tenía hambre y quería desesperadamente los restos de pizza de la noche anterior. Finalmente decidió salir de la cama después de arrepentirse varias veces de hacerlo.

Se colocó la sábana alrededor, ésta impregnada del olor a Luke. Fue hacia la cocina, encontrándose con un plato lleno de esa comida de pájaro que Luke lo había tenido comiendo. Una nota con la apresurada u desastrosa caligrafía de Luke atrapó su atención.

Me comí el resto de la pizza como desayuno. Te amo y lo siento, pero te deje un plato con tu comida favorita. Hay fresas en el refrigerador. Te traeré comida el la tarde para recompensarlo.
Luke xx

"Excelente." Murmuró Michael para sí sarcásticamente, pero sin poder evitar sonreír al pensar en Luke dejándole el desayuno. Otra cosa para la lista de razones por las que Luke iba a ser un gran padre.

Frijolito pateó suavemente, y Michael lo tomó como una aprobación a su pensamiento. Se sentó en el desayunador, comió granola y unas cuantas fresas.

"Lo compensa un poco pero sigo odiándolo, frijolito."

-

Michael no espera a nadie ese día y no planeaba hacer nada, pero cuando alguien tocó su puerta a eso de las doce, saltó inmediatamente del sillón para abrir.

"¿Mamá? ¿Qué haces aquí?" Abrió sus brazos y la abrazó, ella sonrió ampliamente ante el pequeño bulto que llevaba él en el vientre.

"Vine para robarte el resto del día e ir a comprar cosas para el bebé. Liz mencionó que Luke piensa que están muy poco preparados." Ella sonrió y Michael pudo ver cuán emocionada estaba, así que le sonrió devuelta.

"Sólo deja ponerme los zapatos." Dijo, yendo por los zapatos en medio de la sala, ella esperó pacientemente en la puerta.

"Asegúrate de que sean buenos zapatos para caminar; el elevador está roto y hay muchos pisos hacia abajo."

"¿Me vas a obligar a mí, con siete meses de embarazo, a bajar tantas escaleras?" ella asintió. "Si tan solo pudiera volar."

-

Michael nunca pensó que comprar cosas para el bebé con su mamá sería divertido, pero ahí estaban, yendo y viniendo entre tiendas, haciendo un ticket de metros de largo.

"¿No crees que es suficiente?" Preguntó Michael.

"Nunca es suficiente para mi nieta." Dijo su madre. "Pero creo que es suficiente por hoy."

Abandonaron la última tienda después de que Michael diera su dirección una vez más para poder ser bombardeado por un montón de entregas de cosas para bebé pronto. Recontó todo lo que él y su madre habían comprado (todo con la tarjeta de su papá, pero no había necesidad de aclararlo). Era real, de verdad iba a tener un bebé.

"No te queda mucho por hacer." Dijo su mamá enredando un brazo en su cintura. Él asintió. "Se siente como una eternidad."

Él rió, pensando en cómo era estar en sus zapatos hacía años.

"¿Cómo fue cuando papá y tú estaban embarazados de mi?" Su mamá pensó por unos minutos.

"Tu padre y yo intentamos por mucho tiempo embarazarnos, y cuando por fin lo hicimos fuimos la personas más felices del mundo. Contamos los días hasta que te tuvimos con nosotros." Michael le sonrió.

"Nunca me habías dicho eso." Ella se encogió de hombros.

"Es historia." Dijo. "Vamos por algo de comer, estoy cansada de caminar."

Siguieron caminando. Poco después Michael vio su restaurante favorito llamado wolves cruzando la calle, apuntó hacia él, su madre asintió.

"¿Tienen alguna idea de cómo van a llamarla? Ya sabes, si tú hubieras sido una niña te habría llamado Olivia." Dijo ella mientras entraban al restaurante.

"Tengo un nombre." Michael asintió. "Pero aún es un secreto."

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Well...
Sé que llevo años sin actualizar pero juro que no era mi intención tardar tanto. Perdí el gusto por esto e incluso por wattpad. Quiero retomarlo y/o por lo menos terminar mis traducciones. Después de eso veremos qué dice el destino y mi disposición.
No prometo actualizar pronto, pero voy a intentarlo.
En cuanto a las otras traducciones, ¿hay alguna que prefieran que traduzca primero?
-me