Mi nombre es María Elena, pero me dicen Lena. Tengo sesenta y cinco años y estoy aquí sentada en el salón de la parroquia, donde un grupo de personas de la tercera edad nos reunimos cada martes y jueves para pasar el rato, compartir anécdotas, recordar vivencias, hacer manualidades o tomar cursos de cualquier cosa que algún buen samaritano quiera venir a dar.
Hoy es jueves y ha venido una escritora, se llama Reyna. No sé qué cosas escribe, nunca en mi vida he leído un libro de ella, pero me agrada la lectura y veré qué tiene para nosotros.
La vida se torna lenta a esta edad, las tardes se hacen largas y siempre sobra demasiado tiempo. Aún recuerdo cuando mi vida era ajetreada e intranquila, vivía siempre atareada con las cosas de la casa, el trabajo y Joaquina.
Mi niña... ahora ya es toda una mujer...
ESTÁS LEYENDO
No soy suficiente
Short StoryHistoria corta para reflexionar sobre la importancia de la autoestima. *** TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.