Lo intenté, muchas veces quise ver mis cosas buenas. Era inteligente, responsable, eficiente. Los pacientes me adoraban. Sin embargo yo no podía verlo, no podía aceptarlo y empezar desde allí.
Cuando cometía un error, en vez de levantarme, sacudirme y seguir... me hundía y creía que me lo merecía... por no ser suficiente.
¡Qué tonta! Incluso ahora, me siento completamente insuficiente al ver como he desperdiciado mi vida dejando que los demás pisotearan mi autoestima...
No, mejor... pisoteándola yo misma.
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No soy suficiente
Short StoryHistoria corta para reflexionar sobre la importancia de la autoestima. *** TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.