Entonces me enteré que estaba embarazada y el mundo se me vino abajo.
Mi padrastro me echó de la casa. Me quedé sola y sin techo.
Silvia se compadeció de mí y me llevó a su casa —un departamento donde vivía con una prima—, me quedé allí un tiempo hasta que pude ahorrar para alquilar una pieza pequeña.
Busqué a Roberto para contárselo. Él me dijo que dudaba que fuera su hijo. Le dije entre lágrimas que solo había estado con él. Me respondió que no lo creía, y me advirtió que si alguien se enteraba de aquello mi carrera estaría acabada.
Y yo necesitaba el trabajo... iba a tener un hijo.
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No soy suficiente
Short StoryHistoria corta para reflexionar sobre la importancia de la autoestima. *** TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.