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Terminé la escuela e ingresé a la Universidad, quería estudiar medicina. Mi padrastro se rio cuando se lo dije. Me observó como si le hubiera dicho que iría a Júpiter. Dijo que medicina era para los inteligentes y que yo no era lo suficientemente lista para ingresar a la carrera.
Aun así me preparé para dar el examen de ingreso. Podía aspirar a una beca si obtenía un buen puntaje. Nadie creyó que lo lograría. Pero lo logré.
¡No podía creerlo! ¿De verdad era mi nombre el que estaba en la lista de ingresos? Lo había logrado. Ingresé en segundo lugar...
Quizá para esto era suficiente, quizás habíaalgo en lo que pudiera ser buena después de todo.
