Capítulo 5

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Frío. Dulce frío londinense. Aquel que se filtra por los hoyos diminutos de chamarras y suéteres y hace que la piel se te ponga de gallina y te haga tiritar. Dulce y amado frío londinense. Miré a Jonny y le dediqué una sonrisa.

Jonny. Jonathan Mark Buckland. Mi primo, amigo, hermano, confidente, compañero, líder y secuaz Hurgué en mi bolsa y encontré aquel aparato que me seguía a todas partes. Lo levanté a la altura de mis ojos y miré por el pequeño cuadrito de cristal que tenía.

- Sonríe

Logré captar una buena sonrisa de Jon, una radiante, coqueta y divertida a la vez. Una que capturaba todo lo que era mi querido Jonny-boy.

Volvía a meter la cámara en su lugar y esta vez saqué una caja mediana negra con un listón verde.

- Feliz cumpleaños- dije con un tanto de timidez.

Jonny sonrió y me abrazó antes de agarrar la caja. La verdad estaba algo nerviosa, sentía que mi regalo no era lo mejor del mundo. Lo vi deshacerse del listón y meterlo a sus bolsillos, después deslizó la tapa de la caja hacia arriba y vio su interior. Su sonrisa hizo que me volviera a latir el corazón. ¡Le había gustado! Dios, lo digo como si no conociera a mi primo.

Había llenado la caja con algunos de sus chocolates favoritos (lo cual fue difícil porque muchas veces estuve tentada a comérmelos), varias cartas pequeñas en forma de estrella o corazón, algo de papel picado, unas cuantas plumillas que había decorado con marcadores, un disco de U2 y un grueso libro titulado Palinuro de México.

- ¿Por qué siempre me pones difícil el superar tu regalo?

Solté una carcajada. Aún recordaba el primer año en el que escogí qué regalarle. Desde entonces no ha dejado de intentar "superar" mis regalos a pesar de que los suyos siempre son mejores. Nos volvimos a abrazar y permanecimos unos momentos así. Después decidimos que era hora de marcharnos del parque.

- ¡Ya era hora!- escuchamos a Will gritar desde donde estaba.

En realidad estábamos a tiempo. Ni siquiera habían pasado cinco minutos desde la hora que habíamos acordado para reunirnos.

- Jonny, nos estamos muriendo de hambre

Antes de que Jonny pudiera decir algo Guy lo felicitó de aquella forma en la que los hombres lo hacen: chocando las manos sonoramente, haciendo un medio abrazo y dándose palmadas audibles en la espalda. Will hizo lo mismo. Y después mis amigas tuvieron la oportunidad de hacerlo.

No es por nada pero pude ver un ligero color rojo en las mejillas de Jonathan cuando Verónica lo abrazó.

- ¿Ya nos vamos?- preguntó Guy- Muero de hambre

- Falta Chris- comentó Will

A lo lejos pudimos escuchar unas zancadas que cada vez se aproximaban más a donde estábamos. Chris. Tan puntual como siempre. Literalmente era puntual, pero no sé que alien se le había metido que hizo que aquella vez fuera la excepción.

Agitado y con la frente algo brillosa por el sudor, Chris se unió a nosotros. Nunca disminuyó su velocidad y se echó encima de Jonny, haciendo que éste perdiera el equilibrio por unos instantes.

- Feliz cumpleaños, hermano.- dijo abrazándolo como se debe

Después procedió a saludarnos a los demás; mujeres de beso y hombres con ese saludo en que la chocan y levantan la mano como si se prepararan para jugar benciditas (¿por qué los hombres tenían que chocar las manos para todo?) Se acercó a Guy y justo cuando éste estuvo a punto de devolverle el saludo Chris quitó la mano.

- Demasiado lento, Berryman

- Pensé que ya no había nada malo entre nosotros, Martin

Chris sonrió junto con Guy.

Cuando Will me invitó al duelo de su compañero no sabía que se trataba de una competencia entre Guy y Chris. Una competencia en la que todos terminamos tocando algo, incluso Samantha, que no sabía tocar ningún instrumento, terminó uniéndose a la fiesta.

- ¿Por qué se quedan ahí parados? ¡Vámonos!- bromeó Chris, liderando al grupo.

- ¡Gracias Dios!- exclamó Guy alzando los brazos.

Comencé a caminar junto a los demás. Después noté un brazo, dispuesto a que lo tomara, justo a mi lado.

- ¿Nos vamos?

Me sonrojé ante el pensamiento de que había esperado por mí.

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