Malec (One Shots) #MalecAwards

Fotos Prohibidas (AU) Parte 2

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Faltaban poco para el amanecer. Alexander estaba de pie frente a la marea que bajaba. Sus pies estaban descalzos y la arena le picaba en las plantas; disfrutaba el viento fresco del verano que le daba de golpe en el rostro y despeinaba su rebelde cabello negro, los sonidos de las aves lo relajaban.

Hacía bastante tiempo que no se sentía tan en paz consigo mismo. Además, extrañaba a sus hermanos. Isabelle siempre tan imponente con sus altos tacones de aguja, sincera, valiente y con un terrible sazón para la cocina. Jace, tan encantador como sarcástico; tenía la habilidad de matarte por dentro con las palabras adecuadas y una sonrisa endemoniada, apesar de eso, sabía sacarle una sonrisa cuando más lo necesitan. Max, el pequeño de ojos grises con su vista clavada a un cómic y sin embargo era muy sabio para su edad.

—¿En que piensas?

Giró siguiendo la dirección de la voz. Magnus estaba sorprendente, no llevaba nada de maquillaje y su cabello estaba totalmente libre de algún fijador para cabello. Alexander nunca lo había visto así, en ninguna entrevista, comercial o fotos publicitarias; y eso le parecía un gesto íntimo, como si Magnus le permitiera ver otra faceta donde era vulnerable.

—En mis hermanos —confesó el muchacho—, no he hablado con ellos en este par de días.

—¿Son muy unidos? —pregunto Magnus con terrible curiosidad. No debería importarle Alexander, nada que tuviera que ver con él pero, de repente sentía que no podría separarse de él. Tenía algo en su ser que lo tranquilizaba y al mismo tiempo lo enloquecía, era enternecedor y amable, lo hacía querer arrojarse hacía el y besarlo, hacerlo suyo y querer protegerlo, todo al mismo tiempo.

—Si —contestó Alec—muy unidos, aunque tenemos distinto carácter.

—Cuentame sobre ellos.

Alexander asintió y se sentó en la arena, hizo un gesto hacia Magnus y también hizo lo mismo. Estaban juntos, sus rodillas se rozaban y el sol comenzaba a salir.

— Tengo tres hermanos —comenzó Alec y Magnus lo miro con atención—.  Isabelle Lightwood, Jace Herondale y Maxwell Lightwood. Izzy tiene los 17 años, y es una chica valiente y fuerte; sabe cuidarse sola y da un miedo terrible con sus altos tacones, creo que, si la conocieras te caería bien. Tiene un gran estilo de la moda, aunque debo advertir que es terrible cocinando.

Alec rió por un recuerdo fugaz de Isabelle quemando la cocina cuando trató de hacerle un pastel para su cumpleaños reciente.

—Jace, no es mi hermano de sangre. Sus padres murieron cuando el tenía diez años. Mis padres se hicieron cargo de él desde entonces, más que mi amigo es mi hermano, ha estado conmigo en mis peores momentos, como la ruptura de Sebastian y a las pocas semanas el divorcio de mis padres. Jace e Isabelle siempre han estado conmigo como fieles hermanos y yo he estado ahí para ellos.

—Max es distinto, es brillante aunque distraído, siempre está metido en comics o libros. Cuando supo sobre mi preferente gusto hacia los chicos sólo me abrazó y me dijo que eso no hacía que me dejara de amar. Todos lo aceptaron al contrario de mi padre, el fue lo más difícil.

Alec calló, miraba melancólico la playa y el sol que se alzaba iluminando la ciudad de Orlando. Magnus volteo hacia él con ternura en sus exóticos ojos.

—Pero eres feliz, después de todo lo eres —había tristeza en su voz—. Tus hermanos te aman y tu madre igual, eres un chico fantástico. Yo en cambio no soy feliz, no tengo la menor idea de como es sentirse así, hasta hace poco.

Alexander se recargo en el hombro del moreno. Normalmente no se atrevería pero ambos se estaban abriendo el uno con el otro, y apenas se conocían en persona. Alec moría por consolar a Magnus, una estrella que brillaba con intensidad, que siempre parecia despreocupado y que su vida era de los colores más brillantes. Se equivocó, Magnus se sentía sólo. Magnus necesitaba amor, que alguien lo quisiera por su alma y no por su fama y dinero.