Nuestro destino es juntos 2/4

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2 semanas después...

¿Cómo era posible que tantas tragedias se acumularán en tan poco tiempo?
Alec se lo preguntaba una y otra vez, mientras gruesas lágrimas recorrían su rostro. Acercó más la almohada que pertenecía a su ahora difunto hermano menor. La habitación estaba fría aunque llena de color, con montones desordenados de libros y mangas, ahí en la cama de tamaño individual, yacía Alec. No quería salir, no quería ver la cara de sus padres ni la cara de nadie.

Poco a poco chirrió la puerta y se escucharon unos pasos dudodos pero firmes, la luz proveniente de la planta baja se filtró y le dio un aspecto deplorable. Alec volteo y parpadeó para enfocar a aquel ser que liberaba feromonas de preocupación.

-¿Cómo estás? -preguntó el peliblanco con genuina preocupación- No has ido a la universidad desde que empezó tu celo.

-Ni iré -contestó con la voz siendo amortiguada por la almohada- desde que sucedió mi anudacion, Robert se encargó de borrarme de la lista de la universidad, mi matrícula es inexistente y nada que tenga que ver conmigo. Además... No es como si tuviera muchas ganas de ir, sabes.

Jonathan frunció el ceño y sus ojos verdes se posaron en la pila de mangas de Max. Alec posó su mirada en una grieta del techo. El silencio reinaba, cerró sus ojos e instintivamente acarició su vientre.

-¿Y que pasó contigo?

-¿Disculpa? -Jonathan preguntó confundido- ¿de qué hablas?

-No quieras hacerte el inocente conmigo, Morgenstern. Jace me dijo que el profesor Yokozawa dejó de impartir clases después de los tres días que le duró el celo.

Jonathan sonrió como el gato de Alicia y se recostó en la pequeña cama junto a Alec, este último bufó.

-No es el Omega más flexible pero al menos carga mi cachorro en su vientre. En dos semanas me darán mi título universitario y comenzaré a manejar el despacho jurídico.

-Vaya -exclamó Alec con asombro-, ser Alpha tiene sus ventajas. ¿Cómo se llamará tu cachorro?

-Uhm... -Jonathan hizo una cara pensativa y se rascó la barbilla- tal vez Valentine, como mi difunto padre.

-¿Lo extrañas?

-Si... Sé que mi madre es feliz al lado de Luke, y gracias a Luke está Val -sintió como su pecho se hinchaba y habló con voz melancólica-. Pero mi padre era justo y adoraba a mi madre, no había cosa que no hiciera por nosotros, sus últimas palabras me las dijo a mi antes de dar su último respiro y aún las recuerdo, están tatuadas en mi mente: Jonathan, no tengas miedo. Estoy seguro que serás un gran Alpha. Cuida a tus cachorros con uñas y dientes, eres un hombre de honor, de eso estoy más que seguro. Cuando encuentres a tu Omega, lucha por él, porque el amor que te cuesta es el que más se disfruta y crece día a día.
Alec guardó silencio, no importaba la edad con la que el ex-profesor superaba a Jonathan, sabía de sobra cuanto había luchado por estar con él, y su pecho se oprimió. Le hubiera gustado ser cortejado y que su pareja hubiera esperado el tiempo necesario para estar juntos y esperar a sus cachorros. De la misma manera que le habría gustado que Max conociera a su sobrino.

-Aunque no sé que opine Anthony, apenas se está acostumbrado a este nuevo mundo y a depender de mi -volvio su sonrisa habitual- ¿y tú? ¿No sabes nada de Magnus?

-¿Magnus? -preguntó confundido ante la mención del extraño nombre-. Espera acabo de perder el hilo de la conversación.

Jonathan suspiró.

-Magnus es el nombre del Alpha con el que te apareaste.

⭐⭐⭐⭐⭐

Malec (One Shots) #MalecAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora