Malec (One Shots) #MalecAwards

Last Night On Earth

Continuación del anterior One shot: ¿Lo Amo?.

Después de todo lo ocurrido en Idris, los Cazadores de sombras volvieron a sus habituales rutinas en los Institutos. Pero para los Lightwood aún estaban en la fase de luto por el pequeño Max; uno de las víctimas de Sebastian, además del hecho de que su padre, Robert Lightwood no había regresado con ellos y su madre afrontaba el dolor de la pérdida sola.

El clima en Nueva York no ayudaba en referente a los sentimientos, Izzy, cuando llegaba de sus citas con el vampiro diurno; pasaba por la alcoba del que era su hermano menor y se tiraba a llorar, culpándose por no haber creído en su hermanito.

Jace por otro lado, tenía que afrontar y superar el engaño en que siempre había vivido por culpa de Valentine. Pasaba todo el tiempo que Jocelyn le permitía estar con Clary, además de entrenarla.

Alec, tenía que mostrarse fuerte, por su madre y sus hermanos y llevar el dolor oculto a la vista de todos. En ese momento había tranquilizado a Izzy, recordándole que Max no la quería ver llorar.

-Eres Isabelle Lightwood, la chica hermosa que es valiente y nunca llora -le susurraba Alec mientras le acariciaba el cabello como gesto tranquilizador-. Debemos seguir adelante, por Max.
- Era sólo un niño, Alec. Nunca sabremos si hubiera tenido un parabatai o una novia -decía la chica mientras se adormilaba por el masaje de Alec. Ya se estaba tranquilizando y su voz era somnolienta-. El no merecía una muerte así...

Alec lo sabía, no quería pensar más en eso. Dejo a Isabelle dormida y salió a hurtadillas del Instituto. Suspiró aliviado cuando nadie lo vio salir. Se encaminó sin rumbo por las calles de Nueva York. La noche era helada y nubes grisáceas ocultaban la luna, un rayo se liberó de una de ellas y cruzo el cielo seguido del trueno que avisaba que una tormenta se aproximaba. Un fuerte viento se liberó y levantó nubes de polvo, Alec se aferró a su desgastado suéter negro y caminó más rápido.

La lluvia no se hizo esperar y cayó libremente en grandes gotas cuando Alexander daba vuelta para entrar en Brooklyn, faltaban dos cuadras para llegar y la lluvia caía despiadada sobre el. Observó que varios mundis que se protegían de la lluvia afuera de los restaurantes y tiendas que, hacía horas, ya estaban cerrados.

Tocó el timbre del edificio y nadie contesta el interfono. Se paseo varias veces por la entrada.

-Tal vez fue mala idea venir.

Estaba a punto de dar media vuelta e irse por donde había llegado pero el timbre de su celular sonó indicando un nuevo mensaje de texto.

Alec, utiliza la llave que te dí ❤

Se mordió el labio, recordó cuando, en la noche de fuegos artificiales en la ciudad de cristal; Magnus lo llevo a una zona apartada a los demás.

Magnus sonreía, no era la típica sonrisa pícara o la sarcástica; era una sonrisa real que llegaba a sus ojos y los llenaba de brillo. Alec quedó hipnotizado, Magnus le daba la espalda a la muchedumbre mientras los fuegos artificiales llenaban de color la noche de Idris y estos se reflejaban en la cara de brujo.

-Alec fue importante el paso que acabamos de dar.

-Lo sé, Magnus, aunque mis padres se veían confundidos y ... -Magnus lo calló con un beso. Uno que prometía felicidad y diversión. Alec llevo sus manos a la espalda de Magnus y se estremecía con el calor del mayor. Se separaron por lo cual Alec iba a protestar pero calló cuando vio que Magnus sacaba una cajita amarilla de uno de sus bolsillos.- Magnus el matrimonio es algo precipitado ¿no crees?

Magnus rió y Alec fruncio el entrecejo sin entender el chiste. Dejo de reír y le entregó el objeto el cual Alec abrió con mucho cuidado revelando lo que descansaba en los diminutos cojines de la pequeña caja.