Capitulo 12 - Decisión Equivocada

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- ¿Te veo mañana? - Preguntó Jorge, despidiéndose .

Con cara de preocupación para la tormenta que se acercaba, ella respondió:

- Es probable que yo regrese en el viernes. Tengo correos a entregar.

Sonriente, Silvia hizo que el avión despegara. Con mucho, contempló de nuevo la pequeña granja de ahí abajo. Había pasado de maravilla en las últimas horas, pero tenía miedo de lo que estaba por venir.

****************

En la puerta del hospital, Silvia miró al cielo. Había tenido algunas dificultades en el vuelo hacia la ciudad, a causa de la tormenta. Debería estar lloviendo en las montañas. Pensó en Jorge y en lo que debería estar haciendo en este momento.

Ahora que Pedro estaba a salvo, se sentía aliviada. Los médicos le habían asegurado al padre del niño que no corría más peligro, pero se mantendría en observación en el hospital durante una noche.

Sin nada que hacer, decidió visitar al sr. Francisco y ver cómo estaba.

Al llegar al asilo, lo encontró en la sala de estar, jugando cartas. Se parecía mucho mejor que antes.

- ¿Cuál es su secreto de la juventud? - Le preguntó, besando su mejilla.

- Estoy ganando - dijo su viejo amigo, le mostrando los puntos en una hoja de papel. - Silvia Navarro fue mi cartero - añadió, la presentando a sus amigos, una viuda y una pareja que decidió vivir en el asilo después de haberse casado los niños.

Poco después del partido, Silvia y el Sr. Francisco estuvieron hablando en otra habitación.

- Viste la viuda? Estoy interesado en ella - confió.

- ¿Ella sabe? - Preguntó Silvia, riendo.

- Todavía no, pero pronto se sabrá. ¿Cómo están las cosas en las montañas?

Silvia le dijo acerca del problema con Pedro y, cuando terminó, le preguntó:

- Usted conoció a Jorge en el momento en que vendió su casa?

- Claro que sí. Se quedó conmigo en la cabaña durante unos días para saber si era mismo lo que quería. Jorge ya hizo su mudanza? Tenía muchos planes para el sitio.

- Está muy bonito, recién pintado y tiene ventanas nuevas. No he visto el interior de la casa, pero creo que también ha sufrido varias remodelaciones.

- Muy bueno, la cabaña necesitaba cuidados! Un lugar es viejo, al igual que las personas que lo habitan.

- Usted no es viejo.

Sr. Francisco sonrió.

- Tengo que admitir que este lugar me trajo nueva energía. En esa casa, después de la muerte de mi esposa, me estaba muriendo lentamente. Sin embargo, ahora estoy bien.

- ¿Usted cree que es bueno que un hombre esté solo después de un período de gran sufrimiento?

El viejo amigo la miraba, comprendiendo lo que quería decir.

- ¿Hablas de Jorge? A veces un hombre necesita estar solo para recuperarse. Él pasó por momentos muy difíciles, cuando todo lo que conquistó con el mismo esfuerzo fue cuestionado. Jorge debe estar en necesidad de soledad para calcular el tamaño de sus valores.

- No creo que sea bueno estar solo. Aún no es amargo, pero la soledad puede hacer que sea un hombre intratable.

- Y usted decidió que él tiene que ser feliz - concluyó el Sr. Francisco.

Entre las MontañasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora