Hombre!Elizabeth Schuyler x Lectora

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Winters Ball.

Una muchacha de cabellos (C/C) se encontraba en una fiesta, vestía en uniforme de ejercito estadounidense, y sus compañeras igual, estas reían mientras bebían, estas eran: Jessica Laurens, Marquis de Lafayette, Heidi Mulligan y Alexandra Hamilton. Era un noche calurosa pero hermosa, esta río una ultima vez antes de divisar a un muchacho de cabello azabache, atado en una coleta, mirándole; Pudo ver como este se sonrojaba y miraba hacia otra parte.

Que tierno, pensó ella.

Los siguientes minutos pasaron de aquella forma, bebiendo y mirándose el uno al otro en ciertas ocasiones, causando una sonrisa en la chica peli (C/C) al ver que el muchacho era demasiado tímido como para acercarse y hablar.

—Hey 

Una voz masculina sonó a tus espaldas, secándote de la conversación y obligándote la a voltear. Te encontraste con un hombre de piel morena y ojos avellana, su cabello era rizado y su barba se notaba ligeramente.

—Soy Angel Schuyler, es un placer conocer la —Dijo este para luego besar tu mano.

—Soy (T/N) (T/A) —Te presentaste, cordialmente. 

—Señorita (T/A), me preguntaba si le apetecería bailar con mi hermano —Dijo este ofreciéndote su brazo, el cual tomaste con una ligera sonrisa.

—Depende de quien pueda ser —Respondiste divertida.

Este te guió hacia un balcón, y fue allí donde volviste a cruzar miradas con el chico de cabello azabache, ahora le veías con mas claridad, sus ojos eran negros como la noche, y su traje era como el de Angel pero este era de color azul claro, el cual le quedaba perfecto.

Angel te dejo frente a su hermano, el cual temblaba levemente, esta nervioso, y el sonrojo en sus mejillas le daba un toque tierno.

El azabache tomo tu mano suavemente y la beso con dulzura para luego mirarte a los ojos con timidez. 

—Mi nombre es Elise Schuyler, es un placer conocer la —Dijo este mientras se paraba recto, aún así, se notaba su nerviosismo.

—(T/N) (T/A) —Respondiste con una leve sonrisa en tus labios.

—Los dejaré solos —Dijo Angel con una sonrisa para luego retirarse.

Se miraron el silencio durante segundos, no sabiendo que decir, lo único que se oía era el silbido del viento.

—Es una hermosa noche, ¿No lo crees? —Preguntaste mientras mirabas el cielo nocturno por sobre vuestras cabezas, este se encontraba más estrellado que nunca.

—S-si —Contesto este tímidamente—. P-pero no es mas bella que tú.

Volteaste hacia el con ligera sorpresa, y lo encontraste mirando al suelo con el rostro rojo. Reíste levemente y te acercaste él a paso lento. Con delicadeza, tomaste su mentón e hiciste que te mirara.

Este titubeo.

Sonreíste una vez más antes de juntar tus labios con los suyos de una forma suave. Pudiste sentir como se tensaba, pero en segundos se relajo y coloco sus manos en tu cintura de una forma tímida.

Cuando es beso termino, se observaron a los ojos una vez más, y entonces fue él quien te beso, este beso fue tierno, pero fue un poco más apasionado, y sin dudarlo, colocaste tus brazos alrededor de su cuello, tratando de apegar te más a su cuerpo.

El beso duro más que el anterior, causando que tuvieran que separarse para tomar aire.

Un sonrojo adorno tus mejillas mientras mirabas al pelinegro con una sonrisa, quien te la devolvió, encantado.

—Te ves hermosa a la luz de la luna —Dijo este con dulzura mientras colocaba un mechón de tu cabello (C/C) detrás de tu oreja.

Te lanzaste contra el mientras reías, su dulzura te llevaría a la muerte, pero valdría la pena si pasaras tu vida junto a él.


EXTRA

Te observaste una ultima vez en el espejo y suspiraste, no lo querías admitir, pero el vestido de novia era hermoso y se lucia en ti.

La puerta se abrió y volteaste, era tu padre, quien al verte, no pudo evitar que algunas lágrimas de felicidad, se escurrieran de sus ojos.

—Te ves hermosa, hija —Este se acerco a ti, tomo tus manos y las beso—. Quiero que sepas que aún que estoy a punto de entregar te en matrimonio, siempre serás mi bebé.

—No digas eso papi, que voy a llorar y el maquillaje me va a embarrar —Dijiste algo divertida pero con los ojos cristalinos.

—No puedo evitar lo, querida —Dijo este en un sollozo.

Sin tiempo que perder, tomaste el brazo de tu padre y este te llevo al altar. En tu camino al altar, los presentes se levantaron y te observaron con una sonrisa, a un lado del Elise se encontraban sus hermanos, Angel y Marion, más conocido como Peggs, también pudiste ver a tu suegra, sonriéndote amablemente. A un lado de tu lugar, observaste a tus amigas, con sus uniformes militares, estas lloraban de alegría al verte acercarte al altar.

Una vez allí, tu padre se despidió de ti y te dejo a un lado de Elise.

Ambos voltearon para ver al otro y sonrieron.

—Tu, (T/N) (T/A), ¿Aceptas a Elise Schuyler como tu legitimo esposo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?

—Acepto —Respondiste sin dejar de mirar a tu futuro esposo con una sonrisa.

—Y tu, Elise Schuyler, ¿Aceptas a (T/N) (T/A) como tu legitima esposa, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?

—Acepto —Contesto tu esposo sin dudar.

—Por el poder que la iglesia me concede. Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.

Sin esperar un minutos más, se colocaron los anillos y se dieron por fin, ese beso tan esperado.

Todo el mundo se levanto nuevamente y estallo en gritos y aplausos; Elise te cargo al estilo nupcial y salio corriendo de la capilla con una sonrisa. Ambos cruzaron las puertas y se subieron al carruaje, el cual se alejo en cuanto subieron, detrás de ustedes se escuchaban los gritos de sus familiares y amigos.

—Te amo, Señorita Schuyler —Dijo Elise antes de besarte nuevamente.

—Yo también te amo, Elise.






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