One-shots ♥

Hombre! Trish Una x Lectora. 1/?

El hijo del jefe.

Perteneciste a Passione desde que tenías 14 años, habías matado a un hombre, en el acto descubriendo tu stand, al cual llamaste (N/S).

Poco tiempo después del asesinato, fuiste reclutada por Passione. Según habías oído, captaste la atención del mismo jefe, así que sabías que no podías negarte, según pensabas, era unirte les o morir, y no querías morir tan joven a decir verdad.

Fuiste puesta bajo el "cuidado" de Bruno Bucciarati, quien se convertiría en una figura de suma importancia. 

Al principio detestabas a Bruno y aquellos que fueran aliados suyos, pero poco a poco el de cabello corto pudo penetrar los muros que habías formado, dejando le ver quien eras en realidad.

Al final terminaste siendo parte de su pandilla, uno de los pilares de la asociación de la mafia, destacando por su poder, siendo una de las mujeres mas admiradas y envidiadas de la mafia, esto también la llevo a ser un blanco para muchos hombres, ahuyentados por el mismo Bruno y su pandilla.

Era un día normal como todos sentados en el restaurante, Abbacchio escuchando música, Mista comiendo pastel, Fugo enseñándole matemáticas a Narancia, lo típico, y típico el revuelo que se armo en tan solo segundos, por supuesto que lo ignorabas.

—¡¿Que es todo este escándalo?! ¡Puedo escucharlos desde afuera! 

Todos voltearon en dirección a su líder, Bruno, parado en la entrada.

—Todos escuchen bien, este es Giorno Giovanna, es nuevo en la organización, y a partir de hoy trabajará con nosotros.

Miraste atentamente al muchacho rubio, te pareció extraño que llevara un peinado que hiciera parecer que tenía tres donas en la cabeza, sin darle importancia te levantaste y acercaste hacia él, ofreciéndole tu mano.

—Es un placer, soy (T/N) (T/A).

—El placer es mio —respondió este mientras sacudía tu mano.

Volviste a sentarte y cerraste los ojos, ignorando el ruido a tu alrededor

***

—Así que ese gordo asqueroso murió, que alivio —había sido lo primero que comentaste al saber de la muerte de Polpo.

Polpo siempre te había parecido repulsivo por alguna razón, así que comenzaste a odiarlo por esa razón desconocida, fiándote de tu instinto femenino.

—(T/N) por favor —advirtió Bruno. 

—¿Lo defiendes? —Preguntaste de mala manera.

Bruno se sorprendió al ver que lo confrontabas de manera directa, sin miedo. Dejando eso de lado, habló:

—Polpo ha muerto, y dejó escondido un tesoro del cual solo yo se la ubicación.

Para abreviar las cosas: Tuvieron que hacer un viaje a Capri para hallar el maldito tesoro.

***

—Al parecer muchos se enteraron de que Polpo escondía algo, ¿eh, Bucciarati? —preguntaste sin mirar a tu líder, sino mirando hacía Capri a la lejanía.

—Al parecer si —respondió.

—No entiendo como se enteraron tan rápido —dejo escapar Fugo.

—Fácil, Los rumores corren más rápido que las verdades —resumiste sin importancia.

Bruno te observó, sentada en la barandilla y observando hacía delante, dejando una enorme sombra tras de ti, una sombra que representaba tu pasado y por lo tanto todo lo que habías dejado atrás, familia, amigos, todo. Bruno ya se había enterado de su pasado, y obviamente terminaste siendo uno mas de los niños heridos bajo el regazo de Bucciarati.