They.

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Ví los músculos de Aaron destensarse poco a poco, parecía que los dos hermanos habían estado otra vez discutiendo.
— Si queréis podría quedarme a recoger con vosotros. — Se quedaron los dos mirándome como si me hubieran crecido orejas de conejo o algo aún peor. — ¿Qué pasa chicos?

Andy se acercó corriendo hacía mi, y me abrazó. — ¡Eres tan tierna! — Me apretujo un rato más hasta que supongo que reparó en que no podía respirar. — Lo arreglamos todo ayer por la noche, bueno, técnicamente yo lo arreglé mientras Aaron se encargaba de ti, no quise decir eso. Él sólo te llevo a la cama, mierda, esto es complicado. A dormir, en la cama. Ya sabes. Bueno, — se quedó unos segundos pensativo mientras yo recorría los últimos centímetros que me quedaban para estar junto Aaron. —¡tu estabas allí Anna! — Y se fue a recoger la cocina, supongo, mientras nosotros reíamos y se me prendían las mejillas.
— ¿Entonces? Iba a ser una chica mala durante un día y no ir a clases, pero si no tenemos nada que hacer, me iré a casa. — Aaron levantó una ceja en mi dirección.

— Tomatito, quedarse en casa limpiando no es ser una niña mala, siento decírtelo así, pero no puedes ser una 'niña mala'. —

— Pero, las fiestas si lo son. Y era una fiesta lo que iba a recoger. —

— Pero es tu padre el que te ha dicho que te saltes clases, —. Dejé un beso en su frente — nunca serás una niña mala asúmelo. — Y me alejé a recoger las cosas necesarias para pasar el día. — Salimos en un cuarto de hora.