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"Las estrellas brillan,
Tengo frio,
Las nubes tiritan,
Me duele el trasero,
Me explotará el cerebro.

Quisiera irme a casa, mas no puedo,
Una promesa he hecho,
Y por ello, ahora a literatura obedezco".

- Siendo sincero, me gustó más la oda al pastel de zanahora y el soneto al papel higiénico - Dije con cara de obviedad.

- Eres naranja, eres bello, eres dulce como el caramelo, eres salado, pero no importa, para mi eres hermoso, me duele el trasero al escribirte esto, pero me duele más saber que acabarás en el retrete o en el vertedero - Recitaste de memoria el la primera parte de tu oda.

- No es gracioso - Me quejé entre cerrando los ojos, entonces, subiste los pies al asiento y abrazaste tus rodillas como siempre hacías.

- Blanco y suavecito, vienes en una práctica presentación, cabes perfecto en mi corazoncito, como las nubes eres, útil y esponjosito, ascenderado, oh, papel higiénico, me duele en el alma usarte para limpiarme el trasero - Recitaste con una seriedad inaudita, me miraste.

Química, juro que traté de ser profesional y serio, me solté a reír en tu cara, si eras un genio ¿Cómo podías ser tan mala? ¿cómo podías decirlo tan seria?

- Tú de verdad tienes un problema con los traseros - Me burlé entre risas.

Entonces, no pudiste más y rompiste a reír frenéticamente.

- ¡No es mi culpa! ¡Es que en verdad me duele el trasero! - Respondiste con la cara roja de risa.

Química, ¿Será que podemos llegar a entendernos?

De Literatura Y QuímicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora